Mujeres argentinas realizarán un paro el miércoles 19
para repudiar el crimen de una adolescente que fue drogada, violada y empalada,
en un caso que estremece al país y que renovó el reclamo contra la violencia
machista.
El paro con ‘ruidazo’ de mujeres durará una hora el
miércoles a partir de la 1 de la tarde, luego las activistas marcharán en el
centro de Buenos Aires y en otras ciudades del país. “Nosotras paramos.
Vivas nos queremos. Basta de violencia machista”, dice la convocatoria del
colectivo #NiUnaMenos, organizador de dos multitudinarias marchas al Congreso
en junio de 2015 y 2016 para denunciar los feminicidios.
La convocatoria propone “vestirse de negro y salir a
las calles para visibilizar la violencia y el ajuste económico que golpea con
más fuerza a las mujeres”.
Una madre que mató a su hija por ser lesbiana y la
represión policial en la marcha de cierre del 31 Encuentro Nacional de Mujeres
que reunió unas 70 mil personas hace una semana en Rosario, 300 kilómetros al
norte de Buenos Aires, son otras motivaciones señaladas en la convocatoria.
Pero el detonante fue el crimen de Lucía Pérez que
conmueve a los argentinos desde el pasado fin de semana. “Todos los días
investigamos violaciones y homicidios pero jamás esta conjunción de hechos
aberrantes, es la primera vez en mi carrera que lo veo”, expresó la
fiscal de la causa, María Isabel Sánchez.
Por el caso, hay dos detenidos, Juan Pablo Offidani, de
41 años, y Martín Farías, de 23, hijo de su pareja. La fiscal dijo “no
tener dudas” de su participación en el crimen.
El crimen ocurrió el sábado pasado en la casa donde vivía
el más joven. Ese día Farías llevó a la chica a una sala de salud supuestamente
para asistirla diciendo que había sufrido una sobredosis, pero llegó sin vida. La
autopsia reveló que había sido obligada a tomar gran cantidad de cocaína,
violada con violencia y “empalada”, dijo la fiscal.
Según la investigación, la joven conoció a sus
victimarios el día previo al crimen, porque vendían droga cerca de su colegio y
les quiso comprar un cigarrillo de marihuana pero no era adicta a las drogas. El
caso está catalogado como homicidio, pero abogados reclaman que se investigue
como feminicidio, figura que desde 2012 está contemplada en la ley argentina y
tiene una pena de cadena perpetua.