El secretario de Hacienda, Antonio Meade Kuribreña, pidió apoyo y solidaridad a los legisladores en el Congreso de la Unión, así como a los representantes de los partidos políticos, para lograr alcanzar sin demasiados problemas los objetivos trazados en el Presupuesto 2017.
Sin embargo, las principales bancadas de oposición en el Congreso respondieron que “el gobierno ajuste su gasto” y pidieron que sea Hacienda la que “asuma una actitud de generosidad para que el presupuesto 2017 privilegie el gasto social, con recortes a la burocracia y recursos superfluos”, de acuerdo con información de El Universal.
Meade Kuribreña dijo a El Universal “que el país requiere de esfuerzos para volver a un superávit primario y darle a la deuda una trayectoria descendente y sostenible, bajo la convicción de que “para hacerlo todos tenemos que poner de nuestra parte”.
Diputados de oposición solicitaron a Antonio Meade ser responsable, así como estar abierto al diálogo y a las sugerencias de la oposición, a fin de aprobar un paquete incluyente que contenga las voces de todos los institutos políticos y no una imposición del gobierno federal a través de la bancada del PRI y sus aliados.
“La coordinadora de Morena, Rocío Nahle, solicitó a Meade Kuribreña ser respetuoso a la autonomía del Congreso de la Unión, ya que una de sus funciones es la de etiquetar recursos en el presupuesto, mientras que Hacienda se concentra en cuadrar un presupuesto en las prioridades del Ejecutivo, donde incluyen obras suntuosas. ‘Hay recortes a salud, educación y uno severo en inversión al gasto productivo, pero también observamos que hay un dispendio en gasto corriente para el Ejecutivo. Es muy alarmante el recorte en Pemex y la CFE, porque esto los induce a emitir bonos de deuda a largo plazo comprometiendo la producción’”, publicó el diario mexicano.
No obstante, el senador Armando Ríos Piter (PRD), secretario de la Comisión de Hacienda, señaló que si por “generosidad” se entiende apertura al diálogo para la discusión del presupuesto 2017, su bancada está abierta a ello con el secretario Meade: “Nosotros hemos sido muy claros, el Paquete Económico 2017 así como viene no puede ser aceptado, eso no quita que estemos en la intención amplia de dialogar, revisar y escuchar argumentos, me parece que será la misma actitud que esperaremos de la autoridad hacendaria y de las bancadas”.
Apenas la semana pasada, Meade dijo que“México vive su mejor momento en el que el impulso a las reformas estructurales detonarán mayor crecimiento”, durante las Reuniones Anuales del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, D.C. Sin embargo, el FMI, redujo la expectativa de crecimiento de México.
El débil desempeño de las exportaciones serán causantes de una crecimiento más lento de 2.1 por ciento, afirmó el FMI, aunque se acelerará a 2.3 por ciento en 2017 a medida que el sector externo se recupere.
Además, una menor producción de petróleo de hasta 2.1 millones de barriles diarios (mdb) al cierre de 2016, tendrán influencia en la desaceleración de la economía mexicana. En 2015 se produjeron 2.5 mdb.
Por su parte, José Ángel Gurría Treviño, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), dijo que “el presupuesto propuesto por México para 2017 es responsable y responde a uno de los entornos más complejos e inciertos que se han tenido en el pasado reciente”, pues el país “ha respondido de manera importante y oportuna a las amenazas externas y crece a tasas superiores a las de los países desarrollados y de América Latina”.
Tras una reunión en Palacio Nacional con Antonio Meade, Gurría Treviño comparó que la deuda de México, de 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es una de las más bajas entre los países de la OCDE, y consideró que este buen manejo del endeudamiento público hace innecesario que el país cree una Comisión Fiscal, como recomienda el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Expuso que el entorno internacional es muy complicado y se proyecta un crecimiento mundial de 2.9 por ciento este año y menor al 3.3 por ciento en 2017, tasas aún por debajo del 4.0 por ciento promedio que se tenía antes de la crisis de 2008, y el desempleo sigue muy alto, sobre todo entre los jóvenes.
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Con información de El Universal.