Era un caluroso día de febrero en la frontera entre México y Estados Unidos cuando un observador oficial de aduanas se dio cuenta de que un adolescente que cruzaba el puesto de control de Otay Mesa tenía un bulto sospechoso en la entrepierna. Cuando los oficiales escoltaron al chico de 19 años fuera del carril de transeúntes y lo registraron, encontraron un paquete en su ropa interior en el que llevaba casi 1,200 píldoras de oxicodona.
Sin embargo, las pruebas realizadas tras el arresto por un laboratorio de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) revelaron que las píldoras eran falsificaciones hechas de fentanilo, una droga extremadamente potente que los traficantes han mezclado con heroína desde hace al menos una década para incrementar la potencia de ese narcótico.
Este arresto en la frontera entre Tijuana y San Diego ilustra dos nuevas tendencias en la crisis de los opioides de Estados Unidos, de acuerdo con las autoridades. En primer lugar, es un ejemplo del escalofriante aumento ocurrido en los últimos años en la cantidad de fentanilo contrabandeado desde México a Estados Unidos. En segundo, muestra que, cada vez con mayor frecuencia, los criminales convierten el fentanilo en píldoras falsas de medicamentos controlados y las venden en Estados Unidos. “Cuando ocurre una incautación como esa, no es algo aislado. No se trata de una sola persona en México que fabrica 1,000 píldoras”, declaró a Newsweek Sherri Hobson, fiscal federal de San Diego, y añade que este ha sido la primera incautación en la frontera sureste de EE UU de oxicodona falsificada hecha con fentanilo. “Los narcotraficantes [se dieron cuenta de que] el tráfico de fentanilo es un buen negocio”, señala Hobson. “Es una nueva tendencia, pero es mortal”.
El fentanilo fluye a través de la frontera en forma de polvo y píldoras. Un perro detector de drogas reaccionó ante la puerta del pasajero de una camioneta de carga Chevy de color blanco en el puesto de control de Tijuana–San Diego en julio pasado, conduciendo a los oficiales de aduanas a casi 6,000 píldoras etiquetadas como oxicodona. También en este caso, resultaron ser píldoras falsificadas compuestas de fentanilo, un fármaco que es aún más peligroso. “Estamos extremadamente preocupados por la cantidad de incautaciones de fentanilo que hemos visto recientemente”, señaló Laura Duffy, la procuradora de Estados Unidos en San Diego, en una declaración emitida a fines de septiembre. Mencionó tres arrestos separados de hombres que trataron de introducir fentanilo en polvo a través de la frontera en septiembre, uno de los cuales ocultaba 8.6 kilogramos de la sustancia en el neumático de refacción y otro que llevaba 24 kilogramos en un compartimento oculto.
Estados Unidos se encuentra en el centro de una epidemia de opioides. Más de 28,000 personas murieron por sobredosis de opioides en 2014, que es el año más reciente del que se tienen registros, y esta cantidad es mayor que en cualquier otro año anterior, de acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. La crisis incluso ha llegado a ser un tema en la ruta de la campaña presidencial, y la candidata demócrata Hillary Clinton ha mencionado en su sitio web un plan de 10 millones de dólares para combatir la adicción a las drogas y al alcohol, mientras que el candidato republicano Donald Trump dijo el mes pasado ante una animada multitud en New Hampshire que “Voy a evitar que las drogas pasen a través de la frontera, y esto es una promesa”.
Al igual que cualquier minorista inteligente, los cárteles mexicanos de la droga han respondido a la creciente demanda de medicamentos controlados como los analgésicos oxicodona y Norco con la fabricación de alternativas más baratas utilizando fentanilo, que adquieren en China, junto con las prensas para la fabricación de píldoras necesarias para elaborar las falsificaciones y cuya existencia no está declarada. China es la principal fuente del fentanilo que se envía a México, Estados Unidos y Canadá, de acuerdo con la DEA. El aumento en el uso del fentanilo tiene repercusiones mortales y ha provocado la muerte de 700 personas entre finales de 2013 y finales de 2014, según la DEA.
Los expertos afirman que, por lo general, las personas que han sufrido sobredosis de fentanilo pensaban que estaban inyectándose o ingiriendo heroína o un medicamento controlado auténtico, siendo golpeadas por un fármaco que es entre 25 y 50 veces más poderoso que la heroína. Scott Davenport, trabajador de un restaurante de Carolina del Sur, había estado libre de heroína durante dos años cuando recayó en marzo de 2015 y compró lo que pensaba que era heroína. “Por la razón que fuera, decidió volver a consumir por última vez la que era su droga favorita, la heroína, y estoy seguro de que pensó que lo era, y alguien le vendió fentanilo al 100 por ciento”, declaró a Newsweek Roy, el padre de Davenport, en abril pasado.
Cuando Davenport se inyectó el fentanilo, murió casi instantáneamente. “Recibí la llamada telefónica que ningún padre desea recibir”, recuerda su padre. “Alguien del restaurante donde trabajaba llamó y dijo, ‘Odio ser quien deba llamarle, pero acabamos de encontrar a su hijo inconsciente en el baño’”.
Las enormes ganancias que pueden lograrse con el fentanilo hacen que el dinero que se puede ganar con la heroína o la oxicodona parezca poca cosa. Con un kilogramo de fentanilo pueden fabricarse 1 millón de píldoras que pueden venderse hasta por 20 millones de dólares, de acuerdo con la DEA. Dado que los distribuidores de productos químicos de China venden el fentanilo en alrededor de 3,500 dólares por kilogramo, los delincuentes tienen un enorme incentivo para seguir traficando con el fármaco a través de la frontera.
Roy Gerona ha dirigido un laboratorio de toxicología en la Universidad de California en San Francisco desde 2011, en el que realiza pruebas a píldoras para determinar si contienen fentanilo y otras drogas de diseñador como un servicio para centros de atención de personas envenenadas, laboratorios de análisis médicos y organismos gubernamentales, entre ellos, la DEA. “El incidente de Norco fue la primera vez que vimos el fentanilo en forma de píldora”, señala el profesor adjunto, describiendo la ocasión en la que su laboratorio realizó análisis a píldoras provenientes del brote de sobredosis de Sacramento en el que murieron 14 personas entre marzo y abril. “Si tomas una de esas píldoras, estas ingiriendo el equivalente a más de 30 tabletas de Norco, y definitivamente tendrás una sobredosis”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek