Holanda fue el primer país del mundo en legalizar la
eutanasia en 2002. Pero para autorizar el procedimiento, el médico, en el
centro del proceso, debe tener la convicción de que no existe otra solución
razonable para el paciente y que el sufrimiento debe ser “insoportable y
sin perspectivas de mejora”.
Después de 14 años de esto, ahora estudian autorizar la
asistencia al suicidio a las personas de edad avanzada que tengan el
sentimiento de haber “realizado” sus vidas, indicaron el jueves dos
ministros.
“Las personas que piensen, tras reflexión, haber
realizado sus vidas, deben, bajo estrictas condiciones y criterios precisos,
ser autorizados a terminar con su vida de la manera que consideren digna”,
afirmaron los ministros de Salud y de Justicia en un comunicado y en una carta
enviada al Parlamento.
Dado que el sentimiento de “vida realizada se
presenta principalmente en las personas de edad”, el nuevo sistema les
estará reservado, afirmaron los dos ministros, sin precisar no obstante una
edad específica.
Esas personas “ya no ven posibilidades para darle un
sentido a sus vidas, viven mal la pérdida de independencia, tienen un
sentimiento de soledad por, quizás, la pérdida de un ser querido, están
incómodos por un cansancio total, una pérdida de valor personal”,
aseguraron.
“Pero para poder preparar su fin de vida, necesitan
ayuda”, añadieron. Un “asistente para la muerte”, una persona
con una educación médica y formaciones específicas, deberá autorizar el
procedimiento luego de excluir que un tratamiento pueda borrar ese “deseo
de muerte”.
Al igual que para las eutanasias, los procedimientos
serán luego analizados por una comisión especializada. Estas disposiciones, que
pueden estar sujetas a interpretación, son regularmente objeto de debate en
Holanda y son muy criticadas en el extranjero: algunas enfermedades mentales o
la demencia senil pueden ser consideradas como “sufrimiento
insoportable”.
La ayuda al suicidio es ilegal, pero en 2013 un hombre
que fue reconocido culpable de haber ayudado a su madre de 99 años a suicidarse
suministrándole medicamentos, no fue condenado por la justicia, que estimó que
había “actuado por amor”.
En 2015, Holanda registró 5 mil 516 casos de eutanasia,
lo que representa el 3.9 por ciento de los fallecimientos en el país, contra 3 mil 136
casos cinco años atrás. De estas personas, más de 70 por ciento sufría cáncer y
2.9 por ciento enfermedades psiquiátricas o demencia.