El director de cine León Serment murió tras ser apuñalado
la noche del 27 de agosto durante un presunto asalto en calles de la capital
mexicana, un crimen que indignó a la comunidad cultural del país.
Dos semanas después, a noche del 18 de septiembre, murió
Adriana Rosique, ex esposa de Serment. Inicialmente se informó que la mujer se había
suicidado, pero tras una investigación se determinó que también fue asesinada.
El fiscal de la Ciudad de México, Rodolfo Ríos Garza,
informó este viernes en rueda de prensa de la detención de “cuatro autores
materiales e intelectuales” de los asesinatos, entre los cuales figuran
Benjamín Serment Rosique, de 22 años, y su novia.
Benjamín estaba con su padre la noche que fue atacado por
un hombre y una mujer; mientras Serment recibió 46 puñaladas, el joven resultó
con “sólo una leve lesión en la mano, algo que no es común” en este
tipo de ataques.
Según el fiscal, Benjamín “incurrió en diversas
contradicciones” en sus declaraciones y “no prestó el debido auxilio
a su padre” tras el ataque, según se observa en videos de cámaras de
seguridad de la policía.
“De todo lo anterior se desprendió la existencia de
un acuerdo previo (con los autores materiales del homicidio), reparto de tareas
y coordinación conjunta para privar de la vida a la víctima”, dijo Ríos
Garza.
Los videos también mostraron que los presuntos asaltantes
fueron a cajeros bancarios a sacar dinero de las tarjetas de Serment, lo que
deja en evidencia que conocían los códigos de seguridad.
Rosique, cuyo cuerpo fue encontrado colgado del cuello en
su domicilio en lo que inicialmente se presumió fue un suicidio, también habría
sido asesinada por orden de su hijo, de acuerdo con la fiscalía.
Sobre la muerte de su madre, Serment declaró que se enteró
horas después pero según la fiscalía él mismo habría facilitado el acceso de
los atacantes a su casa, ya que en las cámaras de seguridad se le observa,
junto con su novia, cerca del domicilio al momento del crimen.
El fiscal, en declaraciones a Milenio Televisión, dijo
que el posible móvil sería el cobro de seguros de vida, ya que en la casa de
una de las detenidas encontraron documentos para cobrarlos.
Benjamín habría pagado 100 mil pesos por cada homicidio,
y uno de los inculpados ya ha declarado cómo fueron preparados, indicó la
fiscalía.