Las estadísticas pertinentes a la enfermedad de Alzheimer son realmente deprimentes.
La enfermedad, que suele afectar a personas mayores y se caracteriza por una decadencia acelerada de la función cognitiva, afecta actualmente a 5.4 millones de estadounidenses, y la Asociación de Alzheimer espera que, en 2016, los costos directos e indirectos del tratamiento escalen a 236 mil millones de dólares.
Casi una de cada nueve personas mayores de 65 años tiene la enfermedad de Alzheimer, padecimiento que ha sido identificado como la sexta causa de mortalidad en Estados Unidos.
Estas estadísticas resultan mucho más espeluznantes si consideras lo mucho que los investigadores desconocen de esta enfermedad. Y si bien hay tratamientos diseñados para frenar el desarrollo de las diferentes etapas del trastorno, por ahora no se dispone de una cura para la enfermedad de Alzheimer.
¿Acaso la cannabis es la respuesta para la enfermedad de Alzheimer?
Con todo, investigadores del Instituto Salk para Estudios Biológicos creen que la cura de la enfermedad de Alzheimer podría obtenerse de una sustancia fácilmente disponible: la marihuana.
Para probar su teoría, los investigadores del Instituto Salk modificaron células nerviosas para que produjeran niveles altos de beta-amiloide. Después notaron que esos niveles elevados de producción de beta-amiloide conducían a la expresión de proteínas pro-inflamatorias y eventualmente, a la muerte de células cerebrales.
La muerte continua de esas células nerviosas es lo que conduce a la mengua cognitiva progresiva que se observa en los pacientes de Alzheimer. Eso, por sí solo, es un hallazgo fascinante, pues durante mucho tiempo se creyó que la causa de la muerte de células nerviosas era una respuesta inmunológica, en vez de las propias proteínas.
Aquí es donde la situación se pone interesante.
Como señalaron los investigadores en sus resultados, las células nerviosas del cerebro contienen receptores que se activan con moléculas lipídicas llamadas endocannabinoides, las cuales producen las células nerviosas de forma natural. Se piensa que esos endocannabinoides pueden ayudar a las células a enviar señales relacionadas con el apetito, la sensación dolorosa, y la memoria.
La marihuana contiene un químico llamado tetrahidrocannabinol (conocido como THC), el cual es parecido a los endocannabinoides y puede activar los mismos receptores de las células nerviosas. En otras palabras, los investigadores del Instituto Salk han propuesto que el cannabis podría bloquear los receptores que conducen a la liberación de proteínas pro-inflamatorias y así, prevenir la muerte de células nerviosas.
Para su prueba, los científicos aplicaron THC a las células nerviosas que producían niveles altos de beta-amiloide. Los hallazgos demostraron una reducción en la producción de beta-amiloide, lo que eliminó la respuesta a la proteína pro-inflamatoria y evitó la muerte de las células nerviosas.
Como es comprensible, para tener validez el estudio tendría que probarse en un ambiente clínico bien controlado, pero de cualquier manera, ofrece la esperanza de que la cannabis pueda tener la cura de la enfermedad de Alzheimer.
No te emociones todavía…
Aun cuando los resultados de los investigadores del Instituto Salk son reveladores y emocionantes desde la perspectiva médica –y dan otra victoria a los entusiastas delcannabis, quienes pretenden legalizar la marihuana en todo Estados Unidos-, la realidad es que el camino para la aprobación de cannabis como tratamiento para la enfermedad de Alzheimer podría ser muy largo y difícil.
Si recuerdas, hace poco la Administración para Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) publicó un dictamen que mantendrá a la cannabis en la clasificación de sustancias de lista 1 (es decir, ilícita). Aunque la DEA parece estar relajando su postura frente a la marihuana para fines de investigación médica, nada garantiza que el acceso acannabis para investigación médica mejore a corto plazo. Y esto también complica las cosas para los residentes de los 25 estados que no han legalizado la marihuana medicinal.
Por otra parte, la recomendación para la cannabis de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) parecía coincidir con la de la DEA. Las posturas de la DEA y la FDA es que aún queda mucho por descubrir sobre la composición química de la marihuana, y que la marihuana no tiene beneficios médicos reconocidos. Además, hay muchas incógnitas en torno de su seguridad, las cuales podrían dificultar que cualquier medicamento basado en la marihuana o en los cannabinoides reciba la aprobación de la FDA.
Más allá de las restricciones al potencial médico delcannabis, el negocio de la marihuana, en general, encara algunas desventajas inherentes. Ya que la “hierba” sigue siendo una sustancia ilícita en el nivel federal, los productores se las ven negras para obtener servicios financieros básicos, desde abrir una cuenta de cheques hasta conseguir líneas de crédito. Solo 3 por ciento de los 6,700 bancos de Estados Unidos trabajan, actualmente, con empresas de la industria delcannabis.
Así mismo, los productores de marihuana enfrentan a desventajas al llegar la temporada de impuestos. El código fiscal 280E de Estados Unidos prohíbe que las compañías que trabajan con sustancias que el gobierno federal considera ilegales hagan deducciones empresariales normales, de manera que tienen que pagar impuestos sobre sus utilidades brutas en vez de las utilidades netas.
En última instancia, la marihuana ha mostrado chispazos de su potencial medicinal en varios tipos de padecimientos, incluyendo la enfermedad de Alzheimer. No obstante, sin estudios clínicos controlados y aprobados por la FDA, no existirán las evidencias necesarias para dar a la marihuana sus beneficios médicosreconocidos. Y así, por desgracia, los enfermos de Alzheimer y los inversionistas que buscan aprovechar las perspectivas del crecimiento potencialmente expansivo de la marihuana tendrán que observar y esperar desde la barrera.