En los últimos seis años, ecologistas han
detectado residuos tóxicos de manejo médico tirados en la
zona aledaña al arroyo de Cobos al menos en cuatro ocasiones. La más reciente fue hace aproximadamente un
mes, cuando encontraron aproximadamente 300 recipientes
para diálisis que nunca fueron utilizados, denunció Miguel Vázquez
Sánchez, uno de los activistas que trabaja por la preservación de este sitio.
En las ocasiones anteriores han
llegado a encontrar material de uso veterinario, de análisis clínicos -que son
todavía más peligrosas- y otras variedades de material de curación.
Colaboradores del comité de guardabosques detectaron los contaminantes a las orillas de la presa de los Pargas, considerada parte de la cuenca de Cobos. Aparentemente fueron
lanzados desde la cortina de la presa. Una vez hecho el hallazgo se le dio
informe de manera inmediata a la PROFEPA, dependencia encargada de
regular el manejo de este tipo de residuos.
“Se estuvo insistiendo a esta
instancia para que atendiera la situación, lo cual se hizo, se hizo atención de
esta denuncia, particularmente del área de inspección industrial que es quien
revisa precisamente este tipo de residuos”, aseguró Vázquez Sánchez.
El equipo de guardabosques está
capacitado para los procesos de detección de este material para evitar
cualquier tipo de riesgo, antes de hacer la denuncia correspondiente ante la
PROFEPA.
El activista lamentó el hallazgo,
así como el hecho de que se desperdicien materiales de salud que son tan
necesarios para las personas con algún problema renal para quienes estas bolsas
son indispensables.
Hasta el momento en ninguno de
los casos se tiene consignado al responsable porque no existen elementos
suficientes para realizar una investigación, por lo tanto la autoridad se
limita a confinar los desechos que se levantan de las zonas naturales.