Un hombre armado arrolló con un camión a la multitud que celebraba el jueves la fiesta nacional en Niza, en la Costa Azul francesa, y mató a 84 personas, además de 50 heridos que están entre la vida y la muerte, y varios heridos de menor gravedad, en un ataque que el presidente François Hollande calificó de “terrorista”.
El conductor, que durante dos kilómetros avanzó en su vehículo de 19 toneladas sembrando caos y muerte, fue identificado como Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, un franco-tunecino de 31 años, residente en Niza. Sus documentos habían sido hallados en el vehículo.
Al menos dos niños figuran entre los fallecidos.
En el momento del drama, cientos de personas acababan de presenciar en el Paseo de los Ingleses, la rambla costera de Niza, los fuegos artificiales con motivo del aniversario de la toma de la Bastilla.
El conductor, que tenía una pistola y disparó varias veces, fue abatido por la policía.
“Escuché un bum, me di la vuelta y vi el camión acelerando, y cuerpos que salían disparados”, contó Najate, una vecina de Niza de 52 años que presenció la escena. El conductor “cambió de trayectoria al menos una vez”, afirmó la policía a la AFP. “Claramente trató de causar un máximo de víctimas”.
Tras lo sucedido, el país tendrá tres días de duelo nacional a partir del sábado, anunció el primer ministro Manuel Valls.
Marie, de 37 años, agente de seguridad en Villa Masséna, un palacio muy cercano al lugar de los hechos que acogía una celebración por el 14 de julio, vio a “cientos de personas precipitándose dentro para protegerse”. “Había niños, y la gente se pisoteaba”, dijo.
“La gente tropezaba, intentando entrar en hoteles, restaurantes, aparcamientos, en cualquier lugar donde podían evitar estar en la calle”, indicó otra testigo, Emily Watkins, a la Australian Broadcasting Corporation (ABC).
Varias horas después del ataque, el camión blanco permanecía inmovilizado frente a un lujoso centro hotelero, con sus neumáticos perforados por balas y la puerta derecha repleta de orificios de proyectiles.
Una fuente policial dijo que el vehículo había sido alquilado en la región “hace unos días”. Las autoridades hicieron además un llamado urgente para que la gente done sangre.
Por su lado, la mezquita de Al Azhar, la más alta autoridad del islam sunita, pidió “unir esfuerzos para derrotar al terrorismo y limpiar al mundo de este mal”.
FOTO: TIZIANA FABI / AFP
“Carácter terrorista”
El “carácter terrorista” del ataque es “innegable”, dijo en una intervención televisiva el presidente Hollande, que este viernes se desplazó a Niza.
Manuel Valls dijo por su lado tras una reunión de crisis en la presidencia que sus compatriotas deben unirse frente a “la guerra que el terrorismo nos está haciendo”.
El jefe de Estado advirtió asimismo que, pese a los ataques, Francia “reforzará su acción en Siria e Irak”, países donde combate a los yihadistas del Estado Islámico (EI).
El estado de emergencia, que debía finalizar dentro de quince días, ha sido prolongado tres meses. Dicho régimen, decretado tras los atentados del 13 de noviembre, facilita los registros policiales y la puesta bajo arresto domiciliario de los sospechosos.
Igualmente, Hollande anunció el recurso a miles de ciudadanos reservistas para secundar a policías y gendarmes, agotados por meses de vigilancia intensiva desde 2015.
Este es uno de los atentados más sangrientos cometidos en Europa en los últimos años.
El 13 de noviembre pasado, los suicidas del grupo yihadista Estado Islámico (EI) mataron en París a 130 personas, 90 de ellas en la sala de conciertos del Bataclan.
Niza, un vivero de yihadistas
La región de Niza es conocida desde hace años por ser un foco de radicalización islamista, en el que operó uno de los principales reclutadores franceses de yihadistas.
El atentado cometido la noche del 14 de julio ha sido calificado de “terrorista” por las autoridades, aunque de momento no ha sido reivindicado.
En cualquier caso, el modus operandi hace pensar en las consignas dadas por grupos yihadistas como Al Qaida o Estado Islámico.
En el mundo del yihadismo francés, Niza es conocida como “la patria chica” de Omar Omsen, alias de Oumar Diaby, considerado por los servicios antiterroristas como un importante reclutador de yihadistas deseosos de ir a Siria.
Omsen era cercano a Forsane Alizza, un grupúsculo islamista disuelto por el gobierno en 2012.
Autor de videos de propaganda, este ex delincuente francosenegalés de 40 años, que se autoproclamó imán en Niza, viajó a Siria en 2013, afirmando luchar en las filas de Jabat al Nusra, la rama local de Al Qaida.
Autor de la matanza, un hombre “solitario” y “silencioso”
Las fuerzas de seguridad registraron hoy el supuesto domicilio del hombre que realizó la matanza, y fue descrito por sus vecinos como “solitario” y “silencioso”.
Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, de 31 años de edad y nacido en Túnez, no tenía la apariencia de una persona religiosa y a menudo se le veía con pantalones cortos, cuenta Sébastien, un vecino del edificio de cuatro plantas donde este viernes se efectuó el registro.
Otra vecina, Alexia, dijo a la AFP que le habló sólo una vez, cuando cortó un contador eléctrico equivocado.
Una familia numerosa, que vive también en el mismo edificio, dijo que el joven nunca les devolvía el saludo. En el bajo, Anan dijo que no se fiaba de él porque “miraba con demasiada insistencia a sus dos hijas”.
El registro, en un barrio popular del este de la ciudad, fue en presencia de policías de élite fuertemente armados. En él participaron miembros de la policía técnica y científica.
A media jornada, las fuerzas del orden cortaron la calle y parecían estar registrando con ayuda de un perro, a unos 100 metros del edificio, un pequeño camión con las dos puertas traseras abiertas. Durante la operación se escuchó una pequeña explosión.