La planta con la que se hace el tequila, desde tiempos
muy añejos ha tenido muchos usos. Cuentan los historiadores que de las pencas
se obtenían hilos para tejer costales, tapetes, esteras y hasta redes de pesca;
las pencas servían para techar las casas; las espinas, como clavos y agujas;
las raíces, para hacer cepillos, escobas; del jugo del maguey, miel y pulque, y
después que aprendieron el arte de la destilación: tequila.
De Ford, como empresa, también se llenan cientos de
documentos con sus hazañas, desarrollo técnico y éxitos comerciales.
Y ahora las dos, Cuervo y Ford, emprenden una aventura
innovadora, con ventajas en ambas direcciones: comerciales y ambientales. Por
un lado, se aprovecha el bagazo del agave, por el otro, se comienzan a utilizar
materiales alternativos que se biodegradan, a diferencia de los derivados del
petróleo.
John
Cangany, vocero de Ford, señala que cada automóvil tiene un promedio de 180
kilos de plástico, de ahí el interés de que se sustituya el plástico derivado
de la petroquímica, por plástico amable con el ecosistema, un plástico
biodegradable.
Cangany cuenta que se están haciendo pruebas con las
famosas y durables fibras del agave para fabricar arneses de cables, partes
plásticas de las puertas, tapetes de camiones, espumas y aislamientos.
Además
del claro beneficio que representa utilizar bioplástico, se conseguiría un
vehículo más ligero, lo que se traduce en ahorro de combustible para el
conductor, y menor consumo de hidrocarburos para el mundo entero. Debbie
Mielewski, jefa del Departamento de Investigación en Sostenibilidad de la
empresa automotriz, agrega que se podría disminuir la dependencia de materiales
petroquímicos.
Por
parte de Cuervo, Cristóbal Mariscal anota que una planta de agave tarda siete
años en crecer; del corazón o piña se destila el tequila, y del sobrante, junto
con las pencas (hojas de hasta tres metros de altura) se obtienen las fibras. “En
José Cuervo la mayoría del bagazo se utiliza como abono de los mismos campos
tequileros”.
Todavía
ni Ford ni José Cuervo saben con números precisos del volumen de fibra que se
puede aprovechar, lo que sí saben es que las dos empresas están muy
interesadas.