Los procesos de denuncia de
violencia al interior del sector salud igual que en otros ámbitos propician una
revictimización de quienes se ven involucradas, en parte por la cantidad de
personas con quienes deben hablar y porque muchas veces su situación es
minimizada hasta el punto de no ser considerada como violencia, argumentó María
Estela Esquivel, investigadora especialista en temas de violencia, de la UAA.
“Todos los filtros que se ponen
para que finalmente de tu cien por ciento que fue tu ruina de vida, del cien
que tú denunciaste, que dijiste es que me cambiaron la vida por esto, por esto,
por esto, viene quedando en un cinco”
Muchas mujeres que han hecho uso
del servicio público de salud en Aguascalientes al momento de parir han contado
como parte de sus experiencias los malos tratos recibidos de parte de doctores
y enfermeras, tanto en la atención como en la forma de tratarlas o referirse a
ellas, sin embargo cuando alguna de ellas lo denuncia se enfrenta a una serie
de cuestionamientos.
“Sucedería eso, es verdad, tal
vez pasó eso que usted me dice pero eso no es violencia, eso es que el doctor
estaba saturado o que es la enfermera ya iba de salida y le hablaron, no es
violencia, en realidad si fue violencia pero también acuérdese como estaba
usted de ansiosa y como estaba usted exigiéndole todo a la gente, si fue
violencia pero usted provocó”, son algunas de las frases que las mujeres han
llegado a escuchar en momentos como estos de parte de funcionarios del sector
salud.
Según la investigadora, la
violencia obstétrica es sólo una manifestación más de la violencia social que
existe, que es aplicada desde los médicos hasta los camilleros, en una
situación donde la vulnerable es la paciente por su condición, ella finalmente
está a disposición de los trabajadores del sector salud durante todo el proceso
de atención que refleja una de las tantas deficiencias que tiene este sistema.