MAJD ATWAN, una estilista y activista palestina de 22 años, se sienta en los escalones de entrada de su casa familiar en Belén el 24 de mayo, disfrutando de su libertad. Menos de una semana antes, estuvo tras las rejas después de que una corte militar israelí la sentenció a 45 días de prisión y le impuso una multa de 749 dólares. Su crimen: publicar comentarios en Facebook sobre la violencia entre palestinos e israelíes, incluida una entrada en la que ella alabó una bomba reciente en un autobús en Jerusalén. “Ellos me arrestaron porque quieren impedir que otros palestinos se resistan a la ocupación”, dice Atwan. “Pero no está funcionando, no nos detendrán”.
Desde el más reciente repunte en la violencia que comenzó en octubre pasado, los militares y la policía israelíes han monitoreado cada vez más las publicaciones en medios sociales de palestinos y ciudadanos palestinos de Israel. Los palestinos dicen que este monitoreo y los arrestos subsiguientes violan su derecho a hablar libremente en línea. Israel dice que leer las publicaciones palestinas en medios sociales es una de las pocas maneras en que pueden evitar ataques de lobos solitarios. Funcionarios israelíes dicen que el monitoreo y los arrestos también les permite a los oficiales de seguridad identificar a quienes no planean cometer actos de violencia pero cuyas publicaciones glorifican la violencia.
Los militares israelíes dicen que sus cortes han acusado a 60 individuos por incitación desde el brote de la violencia. El Centro Legal Adalah, una organización administrada por árabes e israelíes domiciliada en Haifa, Israel, dice que la cantidad de arrestados es cercana a 400, incluidos 150 palestinos en la Ribera Occidental, y 250 ciudadanos árabes de Israel. La avalancha de violencia ha resultado en las muertes de 28 israelíes y dos estadounidenses. Más de 200 palestinos también han muerto, la mayoría asesinados por fuerzas israelíes durante ataques o manifestaciones.
Micky Rosenfeld, portavoz de la policía, dice que las fuerzas israelíes han arrestado a quienes expresan una intención en los medios sociales de llevar a cabo ataques. Pocos meses después del aumento en la violencia, Israel lanzó un cuerpo especial militar como parte de una unidad existente de seguridad interna para monitorear la actividad en medios sociales de árabe-israelíes y palestinos. Creó 5000 cuentas falsas de Facebook usando nombres en árabe para monitorear otras cuentas y extraer información al seguir las páginas de Facebook de sospechosos. “Después de los ataques, muchos agresores han declarado que fueron inspirados directamente por la incitación en medios sociales, lo que les llevó a realizar los ataques”, dice el teniente coronel Peter Lerner, un portavoz militar israelí. “Es un reto, tenemos que descubrir a la gente que tiene una intención más allá de las palabras que publican en Facebook”.
En las cortes militares de Israel, las cuales tienen jurisdicción sobre la Ribera Occidental, los fiscales no necesitan probar que ocurrió una violencia real como resultado de publicaciones en medios sociales. Sin embargo, en las cortes civiles israelíes, la ley sostiene que la incitación sólo se comete cuando hay prueba de que tal discurso pudo llevar directamente a actos violentos.
La Knéset de Israel aceptó recientemente la primera lectura de un proyecto de ley que busca reducir el umbral de discurso que constituye incitación. Según la ley propuesta, no se necesitaría de una prueba directa para demostrar que la persona pretendía llevar a cabo violencia. Se espera que el proyecto de ley se apruebe antes de finales de este año. Los casos de incitación podrían resultar en un cargo punible con hasta cinco años de prisión.
Activistas y grupos de derechos humanos dicen que las fuerzas de seguridad palestinas que controlan partes de la Ribera Occidental también arrestan a personas que han criticado a la Autoridad Palestina (AP) e Israel.
Kifah Quzmar, de 27 años, fue arrestado el 11 de mayo por fuerzas de seguridad de la AP bajo cargos de “denigrar a las autoridades” después de que él publicó en Facebook: “El Mukhabarat está podrido”. Fue liberado bajo fianza después de que su hermano pagó $7,000 dólares, pero pudieron sentenciarlo a 90 días en prisión. La policía palestina arrestó a 30 personas por insultar o denigrar a un funcionario en 2015, en comparación con 10 en 2014.
“El control de los medios sociales es común en todos los países alrededor del mundo con el fin de evitar que se cometan crímenes, y en Palestina tenemos control electrónico de todo lo que se publica”, dice Adnan Dmeiri, un portavoz de las fuerzas de seguridad de la AP.
Esa actitud enfurece a los jóvenes palestinos. “No hay democracia; no hay una mentalidad abierta para que los jóvenes digan lo que quieran en Facebook”, dice Quzmar. Él y Atwan son parte de una generación de palestinos que ha crecido desde que se firmó el Acuerdo de Oslo en 1993. Esos acuerdos estaban planeados para llevar a un tratado que le pusiera fin al conflicto entre Israel y los palestinos. La pacificación fracasó, y la región estalló en violencia en 2000. Ese conflicto con el tiempo se apagó, pero desde entonces la región se ha mantenido volátil, y ha habido guerras periódicas entre combatientes en Gaza e Israel.
Atwan, como muchos de sus pares, está obsesionada con los jóvenes palestinos que han sido asesinados por israelíes durante lo que ella considera actos de resistencia. Ella ha catalogado sus muertes en su página de Facebook. El otoño pasado, esa actividad llamó la atención de los monitores de medios sociales. “El Mukhabarat [fuerzas de seguridad palestinas] ha estado fisgoneando por el vecindario, advirtiendo a mis padres y a otros”, dice Atwan. “Ellos dijeron que necesitaba calmarme y dejar de criticar a la Autoridad Palestina y a Israel”.
Ella fue arrestada por la policía israelí a las 2 a.m. el 19 de abril. Mientras la interrogaba la policía en Jerusalén, ella dice que un oficial israelí azotó 45 páginas de papel con sus publicaciones de Facebook desde 2005. “La primera publicación que ellos objetaron fue una publicación sobre los dos chicos quienes comenzaron la tercera intifada, Dhiaa al-Talahme y Mohanned Halabi”, dice ella.
En octubre pasado, Halabi, de 19 años, mató a cuchilladas a dos civiles israelíes que iban de camino a rezar en el Muro Occidental en Jerusalén. La policía israelí le disparó y lo mató. Esa mañana, él había bosquejado sus planes en Facebook, explicando que buscaba vengar la muerte de su amigo, Al-Talahme, quien había sido muerto a tiros en enfrentamientos con las fuerzas israelíes semanas antes.
Atwan dice que ella continuará usando Facebook como lo ha hecho antes. “Tuve un momento difícil en prisión”, dice ella. “[Pero] seguiré luchando, incluso si me arrestan 100 veces”.
La policía israelí también sigue luchando. El 6 de junio, arrestaron a un palestino de 20 años y lo acusaron de incitar al terrorismo en línea. Sus seguidores de Facebook, a quienes había motivado a cometer violencia, totalizaban 270 000 personas.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek