Cerca de 19 millones de pesos al mes le cuesta al gobierno estatal mantener a los 4 mil 60 internos que compurgan alguna pena o que se encuentran dentro del sistema penitenciario en proceso de obtener sentencia.
De acuerdo con un informe de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH), para cada reo está asignado un presupuesto mensual de 4 mil 650 pesos; es decir, 18 millones 879 mil pesos en un año.
El gasto diario es, en promedio, de 155 pesos, que cubriría tres alimentos –como afirma el documento–el pago de los uniformes y custodios. Junto a ello, cubre el gasto de médicos y medicamentos, además de los servicios básicos dentro del sistema carcelario.
En 2014 había 4 mil 513 internos, en comparación con los 4 mil 60 al corte de la dependencia estatal.
El sistema penitenciario de la entidad está constituido por 17 centros de reclusión; de ellos, cinco son cárceles distritales, algunas de ellas sostenidas por alcaldías.
El Centro de Reinserción Social (Cereso) de Pachuca es el que más población tiene, con mil 300 internos, seguido por Tula de Allende, con 588.
La cárcel distrital de Tizayuca es la que presenta un mayor índice de sobrecupo; en tanto, sólo el penal de La Lima, en la Huasteca, no presenta problemas de hacinamiento.
De acuerdo con reportes de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), en los centros penitenciarios de la entidad existe un condicionamiento de los alimentos derivado del autogobierno al interior de los espacios creados parar la reinserción social.
El control, según el organismo público autónomo de la entidad, también se ejerce en servicios de salud.