Personal que conforma el Programa de Educación Ambiental Sustentable, de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH), solicitó nuevamente la destitución de la coordinadora Raquel Sánchez Aguirre por acoso laboral, amenazas, malos tratos y posible desvío de recursos.
Los quejosos insisten en que esta persona, que “presume tener amistad con el secretario” Miguel Ángel Cuatepotzo Costeira, no ha entregado los recursos de gasolina desde que asumió el cargo; gastos que ellos, aseguran, solventan con ingresos propios. No obstante, no especificaron a cuánto asciende el monto por esta prestación.
Además, recriminaron que la titular del área busca capitalizar políticamente todo evento que se realiza en los planteles educativos, y que “ha faltado al respeto con comentarios bajos, obscenos” -aunque no especificaron de qué tipo-, lo cual, añadieron, “genera que se fracture la convivencia laboral y se generen divisiones en el personal”.
En términos generales, los docentes consideran a Sánchez Aguirre “como una persona que violenta las emociones de los trabajadores con su actitud soberbia y prepotente (sic)”, dice un oficio que entregaron en el despacho del secretario de Educación desde el 23 de junio, sin obtener, hasta el momento, respuesta a su propuesta de remover de su cargo a la coordinadora.
Asimismo, argumentaron que tienen conocimiento de que cuando laboró en el área de recursos materiales de la SEPH fue destituida por “las mismas causas”.
Ayer, una comisión se reunió en privado con el subsecretario Manuel Vidales para dar seguimiento a las acusaciones del personal, confirmó la Coordinación de Comunicación Social de la SEPH; sin embargo, no reveló si hubo acuerdos sobre la continuidad de Raquel Sánchez.
Al cierre de esta edición, pese a la insistencia de Criterio, la vocera de la SEPH, Mónica Núñez, sólo informó que las diferencias entre los docentes se debían a una “cuestión sindical”, pero reconoció que la situación se dio desde “hace días”.