Sagarpa investigará y sancionará a los funcionarios y empresarios
que, por acciones u omisiones, estén involucrados en el caso de la pollinaza contaminada que ha matado a casi 2,000 reses en la capital y Calvillo.
Francisco Gurría Treviño, coordinador de ganadería de la
dependencia, advirtió que en este momento “todo y todos están hoy bajo la lente
de su actuación, y yo creo que la propia autoridad y los actores privados todos
tendrán que demostrar su inocencia (…) Cada quién tiene que demostrar con
absoluta certeza y contundencia que cumplieron con lo que está establecido”.
Y es que, aunque es práctica común suministrar pollinaza al ganado
para engordarlo, las autoridades agropecuarias no lo consideran una buena
práctica. Por otro lado, aseguran los afectados, esta no es la primera vez que
las granjas de la empresa Agropecuaria El Becerro, a la que dicen haber comprado
el producto, vende proteína contaminada.
Durante la reunión que Gurría sostuvo con alrededor de 40
productores afectados, uno de ellos acusó que la compañía continuó recibiendo
pollo después de que se destapó la crisis en Calvillo, hace 10 días.
“(Hay) pleno desacato de Fernando Nieto. Hubo un compromiso con él
de que, a la persona de la granja, no se le vendiera pollo. Ya se le mandó (…) La
asociación de avicultores, mediante su presidente, se comprometió a que no iban
a mandar pollo. Además, es el presidente de la asociación y es el presidente de
la compañía que le manda pollo a Bachoco. Él dijo que no se iba a mover”,
señaló el productor.
Ernesto de Lucas Palacios, delegado de Sagarpa, aseguró que las
granjas de la compañía ya fueron cuarentenadas, para evitar que siga
movilizando el compuesto, comúnmente usado como fertilizante.
Por su parte, el presidente municipal de Calvillo, Javier Luévano,
informó que se implementó un operativo en el rastro de ese municipio para
evitar que las reses muertas entren a canal. También se amplió la fose séptica
del mismo rastro y se están habilitando otras para disponer de los restos de
los animales enfermos.
“Ayer comenzamos con una fosa cerca de la Sierra Fría (…) Creemos
concluirla antes de que termine esta semana para generar otra en el poniente
para, de alguna manera, ayudar también a los productores”, informó Luévano.
Hasta este miércoles, se contaban 1,260 reses en Calvillo, más las
700 que murieron en Aguascalientes en abril pasado. José de Jesús Guzmán,
presidente de la Unión Ganadera Regional Hidrocálida (UGRH) calculó las
pérdidas en unos 40 millones de pesos y dijo que en el caso de algunos pequeños
productores, representa la pérdida de todo su patrimonio productivo.