La Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) activó la Fase 1 de Contingencia Ambiental por Ozono en el Valle de México, por lo que mañana no circularán los vehículos con engomado color rojo y azul y terminación de placas 3 y 4 y 9 y 0.
A las 16:00 horas se reportó muy “mala” calidad del aire con 155 puntos de ozono en la delegación Miguel Hidalgo, por lo que se activaron los protocolos establecidos por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).
El incremento en los contaminantes ya se había reflejado a las 15:00 horas con 149 puntos de ozono en la delegación Cuauhtémoc, seguida de Azcapotzalco con 142 y Benito Juárez con 140 puntos de ozono en el Índice Metropolitano de la Calidad del Aire (Imeca).
Problema de décadas
En los años 90, los niveles de contaminación eran tan altos que la ONU declaró a la CDMX la ciudad más contaminada del mundo.
En esa década, los niveles de ozono llegaron a estar en 398 y sólo en 1993 se llegó a activar el plan de contingencia 12 veces, según la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).
El gobierno de la ahora llamada Ciudad de México, gobernada por la izquierda desde 1997, ha creado varios planes para reducir las emisiones de gases como modernizar el transporte público impulsando una red moderna de metrobús o el uso de bicicletas, sin embargo, casi 20 años después, estas medidas han resultado insuficientes.
En el área metropolitana del Valle de México hay centenares de microbuses y taxis que “son 4 ó 5 veces más contaminantes que un coche privado” y la red pública que incluye la red de metro “no es suficiente” para cubrir la demanda de movilidad de la capital, de acuerdo a datos dados a conocer por Héctor Riveros, investigador del Instituto de Física de la UNAM.
La mala calidad del aire provocó, de hecho, la muerte de unas 20 500 personas en 2010 en todo México, donde los altos índices de población y contaminación también se dan en Monterrey (norte) y Guadalajara (oeste), según se recoge en el último Informe Nacional de Calidad del Aire de 2013 en base a un estudio del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Universidad de Washington.
Y la contaminación atmosférica también supuso un costo de 532 679 millones de pesos al país en 2012 (unos 40 000 millones de dólares), lo que supone un 3.4 por ciento del Producto Interno Bruto, de acuerdo con cifras recogidas en ese informe.
Como soluciones al problema, Riveros sugiere la eliminación total del azufre en la gasolina, “limpiar” taxis y microbuses y ser más flexibles con las restricciones de velocidad del nuevo reglamento vial capitalino “para que el motor trabaje con máxima eficiencia” y no contamine.
Mientras la Comisión Ambiental de la Megalópolis está por anunciar las nuevas medidas, es claro que a la Ciudad de México le urge un respiro con medidas medioambientales eficientes, integrales y enfocadas en una solución ciudadana, más allá del costo político.