Uno
de cada 20 niños y adolescentes tendrá al menos un episodio depresivo antes de
los 19 años, advierten estudios de la Unidad de Psiquiatría Infantil y
Adolescente de la Universidad de Navarra.
Aunque
la causa de esta enfermedad psicológica es desconocida, se sabe que su origen
biológico. Las experiencias que se tienen en la vida, así como la
predisposición genética ocasionan que una persona sea más propensa a deprimirse.
De
esta forma, niños que sufren una pérdida familiar, estrés, ansiedad, o que
presenten problemas de atención, aprendizaje y conducta tienen más riesgo de
desarrollar depresión. En el caso de los adolescentes, el problema se agrava
con el abuso de sustancias como alcohol o drogas.
César
Soutullo, director de la Unidad de Psiquiatría Infantil señala que es
fundamental para los padres conocer los síntomas de la depresión en niños
porque actualmente existen tratamientos eficaces para solucionar el
padecimiento.
Entre
los síntomas más comunes, Soutullo señala una autoestima baja, el sentimiento de culpa, así como irritabilidad, ira u hostilidad extrema.
Tristeza
frecuente o episodios de llanto, disminución de interés en actividades, aburrimiento
persistente, falta de energía, aislamiento, sensibilidad extrema al rechazo, poca
resistencia ante los errores, dolores físicos sin causa médica, son otras
señales depresivas.