Ciudad Cuauhtémoc– Productores, ciudadanos y
asociaciones civiles denunciaron el estado de emergencia en
el que, aseguran, se encuentra el municipio de Cuauhtémoc y
poblaciones aledañas que se ubican dentro de la Cuenca de
Bustillos, debido a la sobreexplotación que se está haciendo
de ésta y que está impactando no sólo en la producción
agrícola, sino en el abasto de agua para consumo
domiciliario.
Dijeron que la sobreexplotación ha llegado a tal grado que
“se está afectando incluso el derecho humano al agua”
porque el recurso empieza a faltar en las colonias de la
ciudad.
Humberto Ramos Molina, presidente de la Asociación
“Acuífero Chiquihuite”, señaló que hay una anarquía total en
cuanto al uso del recurso hídrico y ninguna autoridad ha
tomado en serio la situación “que ha sido calificada como
preocupante, inclusive por organismos internacionales como
la CEPAL”.
El entrevistado agregó que la situación del acuífero es
“realmente de desastre, está comprobado técnica y
científicamente que se le extrae tres veces más de lo que
recibe y a este paso podemos pronosticar que su duración
sería de 15 a 20 años para que esto se convierta en un
desastre total”.
Ramos Molina aseguró que durante muchos años ha habido
intentos por parte de autoridades diversas por hacer algo; sin
embargo, “todo ha quedado en promesas porque se hacen
solicitudes a diputados, se llevan a cabo reuniones y no
resulta nada concreto”.
De igual forma, dijo: “Existe también el Comité Técnico de
Aguas subterráneas –COTAS- que en muchos años que tiene
de conformado, no ha tenido la capacidad de ser un
verdadero ente regulador, lo que deriva en que haya una
anarquía total en el uso y aprovechamiento del recurso”.
La situación, aseguró, “es cada vez más desastrosa y
problemática, porque además, a raíz de que se están secando
los pozos, el abasto en la ciudad se está viendo afectado”. En
este sentido, indicó, la propia Junta Municipal de Agua ha
informado que recientemente se secó un pozo más, lo que
indica que la sobreexplotación de la Cuenca de Bustillos está
afectando a la ciudadanía.
“Nosotros estamos diciendo claramente que se empiezan a
afectar los derechos humanos del agua, cosa que la
Constitución protege por encima de cualquier otro uso como
la producción agrícola, industrial o de otro tipo. Si no se
pone remedio ahorita, esto va a ser un caos”.
Consideró que el problema se ha tomado muy a la ligera por
parte de todas las instancias, ya que si bien es cierto “hay
muchas ideas, pero nada se concreta”.
Además, dijo, el cambio constante de funcionarios en la
Conagua ha agudizado la problemática porque “apenas
empezamos a tomar acuerdos el titular en turno se va y eso
no permite que haya un seguimiento; no ha habido una
continuidad”.
Aseguró que el impacto ecológico ha sido fuerte y como
ejemplo de ello es la aparición de miles de peces muertos en
la orilla de la laguna cuando ésta se encuentra en un nivel
muy bajo, así como la ausencia de aves migratorias.
“El acuífero ha sido dictaminado como el más
sobreexplotado del país. Hace tres meses un grupo de
especialistas hizo un estudio y emitieron ese dictamen; lo
más preocupante es que no se está haciendo nada para
salvarlo. Es un atropello, una situación de desastre y al usar
estos calificativos nos quedamos cortos porque es la realidad
es peor”.
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