Una asistencia de 10 mil personas fue la que congregó la tradicional representación de la pasión de Cristo en el popular barrio Cubitos, en Pachuca, que llegó a su edición número 45.
Desde temprana hora, comerciantes y visitantes se apostaron en la cancha de futbol del barrio en espera del inicio de la representación, que se dio poco después de las 12.30 horas.
Es probablemente en el barrio bravo Cubitos, de Pachuca, donde a la representación del Viacrucis se le imprime mayor fuerza, “porque lo hacemos con el corazón”, expuso Juana Chávez Díaz, del Club Deportivo y Artístico Cubitos, e hija de uno de los fundadores de la tradición, Martín Chávez, “que en paz descanse”.
En la representación barrial participaron alrededor de 80 personas, de los cuales a 66 correspondió la recreación de los pasajes bíblicos.
En el papel de Jesús participó, por cuarto año consecutivo, Francisco Hernández Montaño; María fue recreada por Cristina Arce; Juan Bautista, por Jesús calva; Herodes, por Martín Chávez Díaz; Poncio Pilatos, por José Luis Guzmán; y Claudia, espoisa de Pilato, por Juana Chávez.
“Tratamos cada año de pulir más a los personajes principales. Es el corazón, más que otra cosa lo que aquí nos mueve, ninguno de nosotros somos actores, pero nos mueve la fe, el espíritu con que lo hacemos, le damos el corazón y eso nos permite”.
Con 38 años participando, Juana Chávez recordó que fue a los siete años de edad que se involucró en la representación, de la cual reconoce que terminan “agotados, pero satisfechos, porque aprendemos de nuestros errores; se viven muchas experiencias”.
Tan solo en la edición pasada “un ciego se acercó y nos dijo: “denme la oportunidad de acercarme a él (Jesús); si no vuelvo a ver me voy a llevar esta vivencia, le agradezco a Dios por estar vivo y haber subido al cerro y acompañarlos”.
La representación terminó sin incidentes; sólo una persona lesionada del tobillo al subir al cerro.