BRUSELAS, Bel.- El terrorista fugitivo más buscado de
Europa, Salah Abdeslam, fue capturado la tarde de este viernes en esta ciudad,
según confirmó el primer ministro belga Charles Michel.
En un mega operativo llevado a cabo por la policía federal
de este país, quien es considerado la cabeza de los atentados del 13 de
noviembre en París fue detenido en el número 72 de la calle de Quatre
Vents en el barrio de Molenbeek, ubicado en el centro de Bruselas, junto
a otra persona cuya identidad no fue dada a conocer.
Durante las acciones policiales, en las que se utilizaron
granadas de mano y armas de alto calibre, el joven belga de origen marroquí, de
26 años, habría sido herido dos veces en la pierna luego de ignorar la orden de
entregarse, según señaló la prensa belga por lo que fue trasladado a un
hospital cercano para evaluar su condición.
Las autoridades federales llevaron a cabo un mega operativo a
partir de las 14:00 horas en Molenbeek, llamado el “semillero de terroristas”
de Europa, en donde nunca se dejó de buscar al terrorista por sus nexos y
conexiones con este popular barrio.
Pasado el medio día, la prensa local informó que la policía
había hallado huellas dactilares de Abdeslam y pruebas de ADN en un
departamento de la misma zona, lo que desató una búsqueda mayor.
Alrededor de las 16:40 horas de hoy, se informó que
elementos fuertemente armados de la policía habían ingresado a otro domicilio de
la calle Quatre Vents, donde se presumía que se encontraba atrincherado
el joven considerado cabeza de los ataques de la capital francesa que dejaron 137
muertos y 415 heridos en noviembre de 2015.
Minutos antes de las 18:00 horas el Ministerio de Justicia
confirmó la captura de Abdeslam.
Desde el pasado martes, las autoridades belgas montaron un
operativo coordinado para dar con el paradero de Salah al enterarse de que
había pasado por un departamento del barrio bruselense de Forest, sin embargo
la intensa búsqueda no permitió su aprehensión.
La detención del hombre más buscado de Europa se dio justo
en el momento en que se llevaba a cabo la cumbre para resolver la crisis de
refugiados en el continente.
Esta noche, en conferencia de prensa, el primer ministro
belga, Charles Michel, y el presidente francés, François Hollande, se
felicitaron mutuamente por la cooperación entre autoridades.
“Los últimos meses han sido muy complicados. Se han realizado
un gran esfuerzo. Se han hecho más de 100 búsquedas del fugitivo en
circunstancias difíciles, como el martes en Forest”, dijo Michel al tiempo que
informó sobre la llamada de felicitación que recibió de parte del presidente
estadounidense, Barack Obama.
Por su parte, Hollande solicitó que se lleve a cabo la
extradición de Abdeslam lo antes posible para que se le siga su juicio en
Francia.
Esta misma noche se informó que uno de los mejores abogados
del país, Sven Mary, aceptó la petición de defensa de Abdeslam.
Después de las 19:00 horas, el operativo continuó y, tras
escucharse nuevas detonaciones, se informó sobre la detención de un tercer
sospechoso hasta que cesaron pasadas las 21:30 horas.
Las operaciones policiales tuvieron lugar ante la mirada de
sorpresa de quienes tienen negocios en la zona y de los bruselenses.
Una habitante de la capital, Marcela Szymanski, señaló a
Newsweek en Español que todo el operativo sucedió a la hora pico. “Como
encantados, los policías se desplazaban entre calles llenas de gente y niños en
salida de escuela que me tocó presenciar. Como en pintura de Magritte o de
Brueghel, salieron como debajo del pavimento, de los techos… y mientras, la
vida continuaba alrededor”, indicó.
“Landronzuelo y parrandero”
Salah Abdeslam, sospechoso clave de los atentados de noviembre en París, llevaba una vida de parrandero, marcada por pequeños robos, antes de volverse yihadista en tiempo récord en Molenbeek, un barrio popular de Bruselas.
La foto de este joven moreno con el pelo engominado y sus características (“individuo peligroso”, 1.75 metros, ojos marrones), ha circulado durante meses por toda Europa.
El francés, de 26 años, era buscado por su implicación activa en los atentados del 13 de noviembre en París. Su hermano Brahim fue uno de los kamikazes. Durante 126 días logró permanecer prófugo.
En Molenbeek, donde reside la familia Abdeslam, el probable “décimo hombre” de los atentados que dejaron 130 muertos no dejó sin embargo la imagen de un aprendiz de yihadista, sino más bien la de un chico presumido y juerguista.
Como sus hermanos, Mohamed y Brahim, Salah vivía con sus padres y su hermana en un lindo edificio con vista a la alcaldía. Era una familia unida, “abierta y liberal, no muy religiosa”, recuerda Olivier Martins, ex abogado de Brahim.
Salah y Brahim tuvieron una juventud normal. “Les gustaba el fútbol, iban a discotecas, volvían con chicas”, cuenta Jamal, educador y amigo de los hermanos Abdeslam. “Bebedores, fumadores, pero no radicalizados”, completa Youssef, otro de sus conocidos.
Y un día, según Jamal, llegaron “las malas compañías, en un mal momento”. Entre sus amigos estaba Abdelhamid Abaaoud, quien se convertiría luego en uno de los yihadistas belgas más notorios y en el presunto cerebro de los atentados de París. Luego de un robo en 2010 coincidieron en la cárcel.