En una declaración conjunta, las dos potencias dijeron que el alto al fuego involucra a las partes que han estado combatiendo durante los cinco años del conflicto sirio, pero no al grupo Estado Islámico (EI) ni al Frente Al-Nusra, organización afiliada a Al-Qaeda.
“La cesación de hostilidades se aplicará a las partes involucradas en el conflicto sirio que han indicado que respetarán los términos” del acuerdo, dice el comunicado.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien estuvo trabajando con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, para alcanzar el acuerdo, saludó el alto al fuego.
“Esta cesación no conducirá solo a declinar la violencia, sino que también permitirá expandir la entrega de la ayuda humanitaria urgentemente necesitada en las áreas sitiadas y favorecerá una transición política a un gobierno que responda a los deseos del pueblo sirio”, dijo Kerry en un comunicado.
Las partes tienen hasta el viernes 26 de febrero a las 12 horas locales (14H00 GMT) para comunicar a Estados Unidos o Rusia su adhesión a este acuerdo. Moscú y Washington copresiden el Grupo Internacional de Apoyo a Siria (ISSG), que integran 17 países, y el alto al fuego entrará en vigor la medianoche del sábado.
A cambio, las partes que se sumen al alto al fuego tendrán protección garantizada por parte de los aviones de Rusia y de la coalición dirigida por Estados Unidos. Ambos han llevado a cabo sendos ataques aéreos en Siria, con Moscú atacando a los grupos rebeldes y la coalición enfocada en el grupo EI.
ONU condena crímenes de guerra
Tras condenar el galopante crecimiento de los crímenes de guerra en Siria cuando el conflicto está por cumplir su quinto año, un informe de una comisión de la ONU, divulgado el lunes, sostiene que el futuro proceso de paz debe contemplar llevar ante la justicia a los responsables de esos graves delitos.
“Cuando la guerra está por ingresar en su sexto año, las atrocidades son omnipresentes y persistentes”, dice el documento. “Las primeras víctimas” siguen siendo los civiles, que son a menudo objeto de ataques deliberados por todos los beligerantes, agrega.
En una crítica implícita a las grandes potencias involucradas en Siria, la comisión explica que “paradójicamente, los actores internacionales y regionales que intentan ostensiblemente una solución pacífica de este conflicto, son los mismos que continúan alimentando la escalada militar”, en alusión a las operaciones aéreas de la aviación rusa y de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos.
“La multiplicación de los beligerantes y de las líneas de frente dificulta la sobrevivencia de los civiles”, constata el informe, que lamenta los ataques contra los establecimientos de salud y de educación e “impiden a tres millones de niños concurrir de manera regular a la escuela”.
En momentos en que las grandes potencias se esfuerzan en llegar a un cese el fuego y reanudar las negociaciones de paz, la comisión presidida por el brasileño Paulo Sergio Pinheiro estima que llevar a los responsables de los crímenes de guerra ante la justicia debería ser “un elemento esencial de ese proceso” de paz.
En su decimoprimer informe desde su creación en 2011, la comisión reitera su pedido de que la Corte Penal Internacional (CPI), habilitada para juzgar crímenes de guerra y contra la humanidad, aborde el caso sirio.
Se trata de una hipótesis poco probable, ya que eso depende del Consejo de Seguridad, que sigue dividido sobre el tema sirio, ya que Rusia continúa protegiendo al régimen de Bashar al Asad. Un intento precedente fracasó en mayo de 2014 a causa del veto de Moscú y Pekín.
El conflicto sirio ha dejado unos 260 000 muertos desde sus inicios en 2011.
Con información de AFP.