El primer Debate Nacional Sobre el
Uso de la Marihuana tiene como objetivo discutir sobre las aplicaciones médicas
del cannabinoide; pero sin duda, éste abrirá las puertas para un debate mucho
más amplio y de largo aliento. Las distintas aristas de la legalización han
generado polémica tanto en el ámbito nacional como internacional, pues el
mercado de Cannabis se ha expandido prácticamente a todo el mundo.
Desafortunadamente, el carácter ilegal de su comercialización implica que los
datos sobre la oferta y la demanda son escasos, están desactualizados y varían
mucho dependiendo de la fuente. El Departamento de Justicia de Estados Unidos
calcula, por ejemplo, que los cárteles en México y Colombia generan ganancias
de alrededor de 39 mil millones de dólares por la producción y venta de droga.
El Secretario de Gobernación, Miguel
Ángel Osorio Chong, reconoció en el discurso inaugural del evento que el
gobierno está dispuesto a debatir. “Primero, porque parece haber una opinión
mayoritaria, incluso a nivel internacional, sobre sus beneficios terapéuticos.
Y segundo, porque el gobierno de la república siempre estará de acuerdo con
analizar con total apertura alternativas que contribuyan a mejorar la calidad
de vida de la población, en este caso, de quienes sufren alguna enfermedad”,
afirmó. En caso de que se decida legalizar la marihuana para uso medicinal, no
sería la primera vez que el gobierno intentara controlar un mercado que opera
con todo tipo de irregularidades.
¿Ejemplo
a seguir?
El 6 de noviembre de 2012, después
de una larga campaña, los habitantes de Denver y Washington votaron por la
legalización de la marihuana para uso recreativo y medicinal. Entonces,
nacieron los llamados “dispensarios”, tiendas con licencia para vender la
planta en dosis específicas, a mayores de edad con receta médica –en el caso
medicinal-, en todo tipo de presentaciones, incluyendo alimentos preparados con
marihuana como ingrediente. El Estado de Colorado calculó, en ese entonces, que
generaría ganancias de hasta 60 millones de dólares por concepto de impuestos
de la naciente industria. El año fiscal pasado registró ingresos de 70 millones
de dólares por este concepto.
Y aunque la legalización en México
podría seguir el mismo camino, probablemente también se encontraría con las
mismas dificultades: atender solicitudes, otorgar permisos, controlar la
calidad, regular su producción, y muchas otras funciones para las cuales el
aparato gubernamental no está preparado. Incluso, podría crear fricciones
políticas con otros gobiernos, tal como sucedió entre los congresos estatales
de Denver y Washington y el Congreso Nacional que aún considera que la
marihuana es ilegal.
No es el cómo…es el cuándo
Para la comunidad internacional, la
legalización es un paso tanto urgente como obligatorio para traer paz y
estabilidad a los países más afectados por la guerra contra las drogas. El
Informe de la Comisión Global de Políticas de Drogas publicado en 2011 y que
incluye miembros como Carlos Fuentes, Kofi Annan, Mario Vargas Llosa, Ernesto
Zedillo, Fernando Henrique Cardoso y muchas otras figuras tanto políticas como
intelectuales, concluye que los gobiernos han malgastado sus recursos por
demasiado tiempo.
“Los inmensos recursos destinados a
la criminalización y a medidas represivas orientadas a los productores,
traficantes y consumidores de drogas ilegales, han fracasado en reducir
eficazmente la oferta o el consumo”, señala. Organismos como el Instituto
Internacional de Drogas y Democracia han demostrado que los gastos
gubernamentales en estrategias de reducción de la oferta y en encarcelamiento
han sido infructuosas y reemplazan las inversiones más costo-efectivas y
basadas en la evidencia orientadas a la reducción de la demanda y los daños.
Ya sea legalización o prohibición,
uso médico o recreativo, en un año o una década, hablar sobre marihuana se ha
convertido en algo impostergable. La Organización Mundial de la Salud considera
que los bajos precios de la droga coinciden con los altos niveles de consumo,
que a la larga provocan afectaciones a la salud de la población. La
legalización, pero sobre todo la regularización, podrían modificar los precios
y alterar al mercado de Cannabis en muchos sentidos. Además, podrían
reconfigurar las finanzas públicas del país. Pero por ahora, el debate apenas
comienza…y nos guste o no, México es uno de los actores principales.