Comprar un arma como respuesta a los ataques terroristas es prepararse para la guerra del siglo pasado. Si quieres ser un vigilante antiterrorista moderno, consigue una laptop y ayuda a Anonymous.
En serio, deberíamos aprobar una nueva enmienda constitucional para garantizar el derecho a portar tecnología.
¿Conoces todos estos programas como Code.org destinados a que la gente aprenda a programar y volver a capacitarnos para el futuro? Es hora de glamorizarlos con un patriótico llamado a las armas. El hackeo es la mejor manera de proteger a Estados Unidos. Cuando miles de tipos musculosos con corte militar y trajes de faena empiecen a apiñarse sobre teclados en tugurios y trabajen para atiborrar al Estado Islámico (EI) con ataques de negación de servicio, el mundo será un lugar más seguro.
¿Suena ilógico? ¿Blandengue? ¿Más geek que un episodio de La Teoría del Big Bang? Bueno, como nos han dicho una y otra vez, las armas más peligrosas del grupo miliciano Estado Islámico no son armas de fuego y bombas. La amenaza verdadera es el uso que el Estado Islámico hace de la tecnología: medios sociales, YouTube, aplicaciones de texto encriptadas, sitios de reclutamiento en la red. Los bastardos son mejores en usar los medios digitales para difundir una marca que Procter & Gamble.
El Estado Islámico depende de su posicionamiento digital de marca para inyectar su veneno en los residentes de otros países, haciéndolos que compren sus propias armas de fuego y bombas, ataquen cerca de casa y mueran por la causa. Eso es lo que sucedió tanto en París como en San Bernardino, California, y probablemente sucederá en otros lugares. Mucha gente quiere protegerse mediante responder el fuego después de que los atacantes empiezan a disparar. Un plan mejor es ensuciar la capacidad del EI para reclutar de modo que nadie ataque en primer lugar.
Esto es lo que Anonymous anunció que haría cuando le declaró la guerra al Estado Islámico en noviembre. Anonymous es el grupo de hackers que publica videos que se ven como si Anderson Cooper estuviera en CNN usando una máscara de Guy Fawkes y hablando como Darth Vader. Como describió al grupo Glenn Greenwald, el periodista que ayudó a Edward Snowden: “Anonymous no es una organización imprecisa sino una colección no muy rígida de activistas de todo el planeta”. Podrá sonar espeluznante, pero sus intenciones por lo general son buenas.
Un representante de Anonymous dijo que “la misión actual [del grupo] es exterminar todo contenido terrorista en la red, dificultándoles a los terroristas reclutar en línea”. Los ataques de negación de servicio —saturar un sitio en la red para que nadie pueda ingresar— son una táctica. El grupo también dice que ha identificado y ayudado a inhabilitar miles de cuentas de Twitter administradas por el EI. Si llega a hackear una base de datos del EI con nombres, podría revelar una lista al público o a las autoridades. Anonymous incluso está motivando a no programadores a que se involucren, como cuando incitó recientemente a bromistas de internet a burlarse del EI por un día. (El llamado califato de alguna manera sobrevivió a una arremetida violenta de bromas sobre apegos románticos con cabras.)
¿Anonymous puede tirar al EI? Los expertos expresan sus dudas. Pero si las acciones de Anonymous inspiran a millones de hackers activistas mundialmente, todos dedicados a interrumpir la actividad y el reclutamiento digital extremista, entonces podríamos lograr algo.
He aquí otra cosa: las amenazas terroristas más graves no involucran armas de fuego. Por terrible que haya sido enterarnos de San Bernardino y París, las armas de fuego no pueden matar cantidades enormes de personas. Cuarenta y cinco estadounidenses han muerto en tales ataques desde el 11/9. Alrededor de 80 000 al año mueren por beber demasiado alcohol. Otros 35 000 se suicidan cada año. Si posees un arma de fuego, hay más probabilidades de que te dispares a ti mismo a que alguien más te dispare.
La amenaza máxima es si uno de estos grupos consigue un arma nuclear. Ningún ciudadano con un arma de fuego va a detener eso. Un ciudadano hacker por lo menos tiene una oportunidad de interceptar alguna comunicación reveladora o encontrar planes secretos.
Este es un cambio profundo desde que se escribió la Segunda Enmienda a la Constitución de Estados Unidos. En la década de 1780, unas cuantas personas con armas de fuego podrían en verdad haber sido capaces de sacarse de encima a un gobierno opresor, que fue toda la razón de asegurar el derecho a portar armas. Ahora, por supuesto, buena suerte si blande un arma de fuego cuando los F-4 vengan rugiendo.
Sin embargo, en esta era digital, una sola persona con una laptop puede combatir de hecho a un gobierno. Snowden es la prueba A. algunas de las acciones de Anonymous —como durante la Primavera Árabe en Egipto, cuando el gobierno inhabilitó internet y las redes inalámbricas, y Anonymous ayudó a poner a los manifestantes de nuevo en línea— muestran el poder potencial de la laptop. En este momento, si un opresor inteligente quisiera controlarnos, iría tras nuestras laptops, no nuestras armas de fuego.
La declaración de “guerra” de Anonymous contra Donald Trump podría cambiar las actitudes sobre las armas contra las laptops. Nadie querría ver una repetición de los tiroteos contra los candidatos George Wallace en 1972 o Robert Kennedy en 1968. Si Anonymous tiene éxito en darle una paliza digital a un candidato, podría escribirse una nueva ecuación. Si la pluma solía ser más poderosa que la espada, ahora la pulsación de teclas es más poderosa que el arma automática.
Aun así, un nerd blandiendo una laptop no es precisamente la imagen que los estadounidenses tienen de sí mismos. Gente empistolada y gente hacker son dos planetas diferentes. Según un sondeo de Pew Research, los adultos en casas que poseen armas de fuego tienen más probabilidades, en comparación con el estadounidense común, de pensarse a sí mismos como “personas amantes del aire libre” y de decir “honor y deber son mis valores centrales”. Esto no describe exactamente al hacker típico. Los propietarios de armas de fuego tienden a ser republicanos; Silicon Valley es abrumadoramente demócrata.
Necesitamos poner de cabeza esta dinámica. Necesitamos que los pistoleros y comentaristas de Fox News se reúnan para apoyar a Anonymous y la cultura hacker y ayudarlo a volverse duro y patriótico. EI está dejando en claro que los héroes del siglo XXI tendrán JavaScript ondeando en las yemas de sus dedos.
Tú sabes cómo va la cosa: lo único que puede detener a un chico malo con una laptop es un chico bueno con una laptop.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek