El consumo de marihuana al pasarse de una cantidad permitida denominada como “consumo personal” que es de 5 gramos según la ley general de salud, es considerado como un delito grave por tratarse de un delito en contra de la salud, lo que ha generado que las cárceles del país estén saturadas de consumidores. El 60% de los reclusos en México están ingresados por este tipo de delitos según datos presentados por la Doctora Catalina Pérez Correa, profesora investigadora de la División de Estudios Jurídicos del CIDE.
“Es triste saber, que según nuestra legislación vigente es un delito más grave con una pena más alta el portar marihuana que violar a un niño, eso es grave”. Puntualizó la Doctora.
En el marco del foro “Marihuana, legalizar o no” organizado por el diputado local Mario Michaus en seguimiento al otorgamiento de un amparo por parte de la Suprema Corte de Justicia a 4 personas para uso lúdico de la marihuana, se dio el primer paso al debate en Aguascalientes con la participación de especialistas en materia de salud, investigadores en política de droga, en estudios jurídicos y derechos humanos.
“¿Cómo vamos a legalizar algo que es problemático? esa debe ser la pregunta central del debate, ya se consume, no queremos un consumo problemático, hagamos lo posible para disminuir este consumo, no se va a lograr sacar la droga de la sociedad, eso es un hecho, aceptemos que hay consumo y regulemos el mismo.” expresó la profesora-investigadora de política de drogas del CIDE la Doctora Laura Helena Atuesta.
México, según se expresó en el foro, solamente destina el 3% del presupuesto destinado al problema de drogas a la salud, el resto es destinado a armamento y milirares. “No tan solo se ha criminalizado el consumo, sino que se ha olvidad abordar el problema de salud que viven los miles de adictos, ese es el problema que hay que atacar.” Señaló Pérez Correa.
Héctor Grijalva, neurólogo y ex titular del Centro Agua Clara, señaló que argumentar sobre la legalización como un beneficio en la salud no es verdad, puesto que se ha comprobado que se trata de una sustancia adictiva, y que además su efecto es considerado como placebo.
Javier Soto Reyes académico de la Universidad Panamericana concluyó en que a pesar de tratarse de un tema personal la decisión de consumir o no, se debe observar al Estado como el obligado a garantizar la salud pública, permitir el consumo es violar esa norma primaria.
Durante el foro, se abrió espacio para conocer la opinión y postura de los asistentes, que en su mayoría se manifestaron en contra de la legalización del estupefaciente.
AP