El Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI) se sumó a la exigencia para que las autoridades
no dejen impune los asesinatos de los jóvenes encuestadores, José Abraham y Rey
David Copado Molina, quienes fueron quemados vivos el lunes pasado en el
municipio de Ajalpan, Puebla.
La institución dedicada
a la realización de estudios demoscópicos en el país, condenó tal
acontecimiento violento y otorgó su “más amplia solidaridad a las familias” de
ambos jóvenes.
“(El INEGI) se pronuncia porque las autoridades
realicen las investigaciones que permitan esclarecer los hechos y el pronto
restablecimiento de las condiciones de seguridad necesarias para todas las
personas dedicadas al levantamiento de encuestas”, sentenció.
A través de un comunicado de prensa, también
reafirmó su “compromiso” para que en la aplicación de encuestas
que realiza por todo el país, se apeguen a los “estrictos protocolos de
seguridad.
En este sentido también demandó resguardar la
integridad física del personal de campo que labora en el INEGI.