Familias poblanas han disminuido el consumo de carne de res, cerdo, pollo
y pescado por el incremento considerable en sus precios. Esto a su vez, ha propiciado un incremento en la
ingesta de verduras y cereales así como de frutas.
Además,
algunas amas de casa han reducido el consumo de las carnes rojas en su familia
por el ácido úrico y por el colesterol y, otras más, disminuyeron el pollo por
las hormonas que contienen.
Más
aún, refirieron la noticia de la Organización Mundial de la Salud que alertó que
el consumo de embutidos y derivados de la carne son cancerígenos.
En un sondeo
realizado en el zócalo de la ciudad de Puebla, cada ama de casa gasta desde 60 y
hasta 500 pesos a la semana por la compra de diversos tipos de carne, cuyos
integrantes de cada familia, van desde tres hasta cinco personas.
De
acuerdo con las consultadas el pescado por lo regular lo consumen cada fin de
semana o cada 15 días debido a sus precios elevados.