“Anunciando que pienso que el próximo primero de abril me voy a retirar del Senado de la República” resonó en el edificio, con lo que se marcó el inicio del discurso del expresidente uruguayo.
Tras cinco años en el cargo de presidente, José Mujica, quien entregó el puesto a Tabaré Vázquez, fue elegido como el primer senador de izquierda por el partido Frente Amplio, y asumió el cargo el 1º de marzo.
Mujica, quien gobernó de 2010 a 2015, dejó el poder con más de 60 por ciento de popularidad y ahora lidera la bancada más importante del partido de gobierno en el Congreso.
Su renuncia “no equivale a que deje el andar político y el compromiso”, según el presidente quien en las décadas de los años 1960 y 1970, sería guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.
“Pero creo que tengo que dar ese paso como una forma de servir a lo que pienso. En su momento hablaré más largo de este asunto”, añadió.
Antes de asumir su cargo como senador, Mujica explicó que su intención era tratar de ejercer como hombre de diálogo y ayudar, según sus palabras, en “lo que pueda, de buena voluntad”.
Anteriormente había manifestado que dejar la Presidencia no supondría acabar como un “jubilado tirado en un rincón acariciando recuerdos”, algo para lo que asumió no servir, por lo que actualmente dedica también una gran parte de su tiempo a viajar por el mundo para impartir conferencias.
Mujica, que cumplió 80 años en mayo, le puso así fecha a un anuncio que ya había formulado su esposa, la también senadora Lucía Topolansky, quien hace algunos días señaló que varios legisladores del sector que lidera Mujica que tienen más de 70 años dejarían sus puestos.
Mujica habría tomado esta decisión antes de las elecciones generales de octubre de 2014.
El exmandatario siempre se ha mostrado contrario a perpetuarse en cargos de poder, aunque también ha dicho que no abandonaría nunca la actividad política.
(Con información de AFP)