“A partir de hoy, no estoy a favor de lo que he sabido al respecto”, dijo la exsecretaria de estado a The Rundown de PBSNewsHour el miércoles.
“Voy a seguir enterándome de los detalles del nuevo Acuerdo Transpacífico, incluido mirar con frialdad lo que hay allí para acabar con la manipulación de divisas, la cual destruye empleos estadounidenses, y asegurarme de que no ponemos los intereses de las compañías farmacéuticas por encima de los pacientes y los consumidores. Pero basándome en lo que sé hasta ahora, no puedo apoyar este acuerdo”, dijo Clinton en una declaración separada.
La oposición de Clinton al acuerdo representa un rompimiento importante con la administración de Obama y refleja el giro del Partido Demócrata hacia la izquierda y el cambio en las políticas de comercio de ambos partidos. Aun cuando Clinton no había apoyado específicamente el acuerdo durante su período como secretaria de estado, ella defendió el proceso que llevó a su creación. Su distancia calificada del acuerdo representa un cambio notable para alejarse no sólo de Obama sino de su marido, quien peleó para aprobar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) cuando fue presidente.
EE UU y otros 10 países llegaron a un acuerdo el lunes. Si se aprueba, el TPP será el acuerdo comercial más grande en la historia, involucrando a 40 por ciento de las economías mundiales. El Congreso debe decidir si aprueba o no el acuerdo, pero es probable que lo haga. El acuerdo ha recibido un apoyo fuerte de los líderes republicanos, mientras que los demócratas, en especial los liberales y aquellos con lazos laborales, en general se han opuesto. El principal rival de Clinton por la candidatura de su partido, Bernie Sanders, senador independiente por Vermont, se opone al acuerdo. En una declaración, él lo llamó un “acuerdo comercial desastroso diseñado para proteger los intereses de las más grandes corporaciones multinacionales a expensas de los trabajadores, los consumidores, el medioambiente y los fundamentos de la democracia estadounidense”.
El trabajo organizado se opone fuertemente al acuerdo. En julio, Clinton dijo a líderes laboristas que no metió las manos en la redacción del acuerdo. Sin embargo, en 2012, David Axelrod, ex asesor de Obama, dijo que Clinton “reconoció” el acuerdo cuando fue secretaria de estado.
Los contenidos del TPP son en gran medida un misterio, ya que al público y los medios de comunicación no se les ha dado oportunidad de leerlos, pero eso cambiará cuando el Congreso reciba el texto del acuerdo.