En el marco del aniversario
de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), advirtieron en un comunicado que:
“Pagará quien persiguió, pagará quien encarceló, pagará quien golpeó y
torturó. Pagará quien impuso la
desesperación de la desaparición forzada. Pagará quien asesinó.
Porque “el sistema que creó, alimentó,
cobijó y protegió el crimen que se viste de mal gobierno, será destruido. No maquillado, no reformado, no
modernizado. Demolido, destruido,
acabado, sepultado será”, añadieron.
Y
anunciaron que el sábado 26 de septiembre, “miles de zapatistas, niños, niñas,
jóvenes, jóvenas, mujeres, hombres, otroas, ancianos y ancianas, viv@s y
muert@s, nos manifestaremos en nuestros territorios para abrazar así a todas
las personas que tienen el dolor y la rabia a causa de la cárcel, la
desaparición y la muerte impuestas por el de arriba”, afirma el texto firmado
por los subcomandantes insurgentes Moisés y Galeano (antes Marcos).
Llamaron
a “todas las personas honestas y cabales del planeta” a manifestarse por la
desaparición de los normalistas “en sus calendarios y geografías, según sus
tiempos y modos”.
MANIFIESTO
COMPLETO:
Compañeras, compañeroas y compañeros de la Sexta de
México y el Mundo:
Hermanas y hermanos de los pueblos de la Tierra:
Sabe nuestro colectivo corazón, de antes y de ahora,
que nuestro dolor no es lamento estéril.
Sabe que nuestra rabia no es desahogo inútil.
Sabemos quienes somos lo que somos, que nuestros
dolores y rabias nacen y se alimentan de mentiras e injusticias.
Porque quien está arriba a costa de quienes abajo
somos lo que somos, miente como forma de hacer política y adorna la muerte, la
desaparición forzada, el encarcelamiento, la persecución y el asesinato con el
escándalo de su corrupción.
Es criminal con fuero y sin vergüenza quien arriba
es, sin importar el color de su política.
Sin importar si pretende esconderse detrás de un cambio de nombre y de
bandera.
Siempre el mismo rostro, la misma soberbia, la misma
ambición y la misma estupidez.
Como si al desaparecer y asesinar también quisieran
desaparecer y asesinar la memoria.
De arriba y de quienes ahí anidan sus perversiones y
bajezas, sólo recibiremos la mentira como salario y la injusticia como pago.
Puntuales llegan la injusticia y la mentira, todos
los días, a todas horas, en todas partes.
No les sacia el despojarnos de trabajo, vida,
tierra, naturaleza.
También nos roban a quienes con nosotr@s son: hijos,
hijas, hermanas, hermanos, padres, madres, familiares, compas, amig@s.
Persigue quien arriba es. Encarcela.
Secuestra. Desaparece. Asesina.
No sólo acaba con cuerpos, con vidas.
También destruye historias.
Sobre la desmemoria construye el de arriba su
impunidad.
El olvido es el juez que no sólo lo absuelve,
también lo premia.
Por eso, y más, nuestros dolores y rabias buscan la
verdad y la justicia.
Tarde o temprano aprendemos que no se encuentran en
ningún lado, que no hay libro, ni discurso, ni sistema jurídico, ni
institución, ni promesa, ni tiempo, ni lugar para ellas.
Que hay que construirlas aprendemos.
Como si el mundo no estuviera cabal todavía, como si
un hueco le hiriera el vientre, lacerado el corazón del color que somos de la
Tierra.
Así aprendemos que sin verdad y sin justicia, no hay
día ni noche cabal. No reposa
nunca el calendario, no descansa la geografía.
En muchas lenguas, idiomas, signos, nombramos a
quien falta.
Y cada dolor y cada rabia toma un nombre, un rostro,
una historia, un hueco que duele e indigna.
El mundo y su historia se llenan así de ausencias,
Y esas ausencias se hacen murmullo, palabra fuerte,
grito, alarido.
No gritamos por lamento. No lloramos por pena. No murmuramos por resignación.
Es para que quienes faltan encuentren el camino de
regreso.
Para que sepan que están aunque falten.
Para que no olviden que no olvidamos.
Por eso: por el dolor, por la rabia, por la verdad,
por la justicia.
Por Ayotzinapa y todos los Ayotzinapas que hieren
los calendarios y geografías de abajo.
Por eso la resistencia.
Por eso la rebeldía.
Porque llegará el tiempo en que paguen quienes nos
deben todo.
Pagará quien persiguió, pagará quien encarceló,
pagará quien golpeó y torturó.
Pagará quien impuso la desesperación de la desaparición forzada. Pagará quien asesinó.
Porque el sistema que creó, alimentó, cobijó y
protegió el crimen que se viste de mal gobierno, será destruido. No maquillado, no reformado, no
modernizado. Demolido, destruido,
acabado, sepultado será.
Por eso en este tiempo nuestro mensaje no es de
consuelo ni de resignación para quienes se duelen por una o muchas ausencias.
De rabia es nuestro mensaje, de coraje.
Porque conocemos ese mismo dolor.
Porque tenemos en las entrañas la misma rabia.
Porque, siendo diferentes, así nos parecemos.
Por eso nuestra resistencia, por eso nuestra
rebeldía.
Por el dolor y la rabia.
Por la verdad y la justicia.
Por eso:
No claudicar.
No venderse. No rendirse.
Por eso:
¡Verdad y Justicia!
Desde las montañas del sureste mexicano.
Subcomandante Insurgente Moisés. Subcomandante Insurgente Galeano.
OTRO COMUNICADO MANIFIESTA UN MENSAJE SIMILAR: http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2015/08/18/16380/