En las imágenes desgarradoras
que se compartieron ampliamente en los medios sociales el miércoles, un
rescatista mira el cuerpo de un niño sirio bocabajo en la arena de la playa
Bodrum en Turquía antes de proceder a levantar al niño y sostenerlo en brazos.
Estas son las fotografías que servirán de “llamada de atención” para que los
líderes de la UE terminen con su “inacción” y eviten la tragedia migrante en
las costas de Europa, dicen expertos.
El niño, identificado como un
sirio-kurdo de tres años de edad llamado Aylan Kurdi, se cree que estaba en un
grupo de por lo menos 12 refugiados sirios que se ahogaron después de que sus
botes se hundieron cuando trataban de llegar a la isla griega de Cos desde
Turquía. Algunas de las imágenes más gráficas y más ampliamente compartidas
están ligadas aquí pero se aconseja la discreción del lector.
La travesía de 12 millas en
bote desde Bodrum a Cos a través del mar Egeo es una ruta corta que toman
frecuentemente los vacacionistas. Sin embargo, el bote inflable usado por los
refugiados no pudo soportar a la gente a bordo, arrojándolos al agua. En total,
tres niños y una mujer fueron confirmados como muertos. También se cree que la
madre de Aylan y su hermano, identificado como Galip, de cinco años de edad,
están entre los muertos.
Peter Bouckaert, director de
emergencias de Human Rights Watch y experto en crisis humanitarias, dice que el
impacto de estas fotos podría finalmente presionar a la UE a tomar una acción
colectiva por la crisis, evitando las muertes de miles de refugiados y
migrantes que hacen la travesía ardua al Área Schengen de la UE.
“Estamos tratando de enviar una
llamada de atención a los gobiernos europeos de que es hora de que dejen de
sentarse sobre sus manos y se percaten de que su inacción y apatía están
matando en realidad gente, incluidos muchos niños, e imponiendo un sufrimiento
tremendo a muchos otros”.
“Es importante que el público
europeo sí se escandalice por la inacción de su gobierno, y ellos sólo pueden
hacer eso cuando se enfrentan con la realidad de qué está pasando en el
terreno”.
La agencia de refugiados de la
ONU publicó un informe el viernes pasado revelando que más de 2,500 personas
han muerto este año tratando de llegar a costas europeas a través del
Mediterráneo.
Ha habido una sucesión de
imágenes de los apuros de los refugiados en semanas recientes que se ha vuelto
viral en los medios sociales, como un hombre y su familia llorando después de
llegar exitosamente a Grecia, la cual ha tenido un impacto entre el público
europeo y está aumentando la presión sobre los líderes de la UE, añade
Bouckaert.
“Hay una división cada vez
mayor entre el público europeo, quienes están mostrando mucha empatía por los
refugiados sirios, y los legisladores europeos, quienes no están dispuestos a
ponerse frente a frente con la realidad de esta crisis y dar los pasos
necesarios para resolverla”, continúa él.
Aun cuando mucho de la retórica
que rodea la crisis se ha enfocado en el número de inmigrantes que entra por
las fronteras de un país o el alojamiento de migrantes, cierta cantidad de
grupos por los derechos humanos se ha enfocado en la creación de “rutas
seguras” para quienes emprenden travesías peligrosas para llegar a Europa.
Previamente este mes, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)
hizo un llamado a la UE para que cree “canales seguros y legales” para quienes
están en riesgo de morir en el mar.
Los estados miembros de la
Unión Europea continúan divididos con respecto a la crisis, con cierta cantidad
de países oponiéndose a absorber un gran flujo de refugiados. Por ejemplo,
Hungría está construyendo una cerca para evitar el flujo de migrantes a través
de sus fronteras, y Eslovaquia ha dicho que sólo se les permitirá a los
cristianos asentarse en el país ya que los musulmanes no se sentirían en casa
por la falta de mezquitas.
Ministros del gobierno
británico han usado un lenguaje controversial con respecto a la crisis, con el
Primer Ministro David Cameron refiriéndose a los migrantes que tratan de llegar
al Reino Unido como un “enjambre”, y el ministro del exterior, Philip Hammond,
afirmando que los refugiados “merodeaban” alrededor de Calais. Mientras tanto,
en contraste brutal con estas naciones europeas, Alemania anunció la semana
pasada que permitiría a los refugiados sirios permanecer y construirse una vida
en el país.