Han pasado 335 días (11 meses) y la desaparición de los 43
jóvenes estudiantes de Ayotzinapa sigue sin resolverse. Las “evidencias de la
verdad histórica” han sido reviradas una y otra vez por diversos expertos entre
académicos, antropólogos forenses y químicos.
Este jueves, una investigación de AristeguiNoticias revela en una entrevista con el
químico Olegario Martínez Morán, autor del estudio “Valoración Energética de
neumáticos fuera de uso”, que citó la Procuraduría General de la República
(PGR) para explicar la posible combustión total de los presuntos cuerpos, que
se manipuló parte del artículo para influir una explicación lógica que se dijo
en el informe.
Y es que el estudio “Valoración Energética de neumáticos
fuera de uso” de la Universidad de León, España, fue citado solo parcialmente para
construir su versión oficial sobre cómo los jóvenes fueron asesinados e
incinerados. Dicho portal tuvo acceso a los peritajes del incendio en el
basurero de Cocula y los contrastó con la opinión del académico Martínez Morán,
autor de dicha investigación.
Neumáticos,
“principal fuente de incendio”, sí pueden alcanzar 1600 grados centígrados, pero
únicamente en condiciones controladas y en encierro
El académico fue claro: los neumáticos sí pueden utilizarse
como fuente de combustible, pero los 1600 grados centígrados que presuntamente
se alcanzaron para incinerar los cadáveres sólo pueden lograrse bajo
condiciones controladas en un laboratorio.
El entonces procurador Murillo Karam dio a conocer la
“verdad histórica” el 27 de enero de 2015. La PGR mostró extractos de
peritajes, pero no reveló los estudios completos.
La PGR usó sólo dos párrafos de este estudio para armar su
“verdad histórica”, y los sacó de contexto.
El equipo de AristeguiNoticias obtuvo los peritajes que
contiene la investigación tras una solicitud de información pública, cuyo
cumplimiento se bloqueó durante la administración de Jesús Murillo Karam,
actual secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, por nombramiento
del presidente Enrique Peña Nieto el 27 de febrero de 2015.
El expediente permite revisar cómo se llegó a la “verdad
histórica” del caso: que los jóvenes fueron secuestrados, asesinados y quemados
en un basurero. Los restos se diseminaron en un río cercano. Y ese, de acuerdo
con el gobierno mexicano, fue el fin de la historia.
El peritaje de la procuraduría tenía dos objetivos:
responder qué temperatura alcanzó el incendio de llantas y a qué nivel de calor
fueron sometidos los restos encontrados en el basurero.
¿Qué dice el estudio?
Los peritos de la PGR citaron únicamente dos partes del
estudio ‘Valoración Energética de neumáticos fuera de uso’, del científico
español Martínez Morán.
El primer párrafo dice textual: “Que los neumáticos fuera de
uso (NFU´S) poseen un elevado poder calorífico (…) es comparable o superior
incluso al carbón de buena calidad” y que en “los procesos industriales donde
interviene el poder calórico de los NFUS, la temperatura oscila entre los 700 y
1500 grados centígrados”.
El artículo se puede encontrar en internet, el párrafo donde
los peritos tomaron la temperatura estimada hace referencia a otra técnica que
no se exploró en el estudio y que menos se pudo replicar en el basurero de
Cocula, a menos que se tuviera un laboratorio.
“Bajo el nombre de gasificación se engloban los procesos de
combustión en condiciones de defecto de oxígeno, con producción de monóxido de
carbono, dióxido de carbono, hidrógeno y metano, en proporciones diversas según
la composición de la materia prima y las condiciones del proceso. La
temperatura de operación oscila entre 700 y 1500 °C y el oxígeno se limita
entre un 10 y un 50 por ciento del teóricamente necesario para una combustión
completa”, señala el estudio.
El equipo de investigaciones de Aristegui Noticias compartió
el peritaje con Olegario Martínez Morán, del Departamento en Química y Física
Aplicadas de la Universidad de León, España, autor del estudio fuente de la
PGR.
Tras estudiar el expediente y su trabajo de 2004, afirmó en
entrevista que los peritos de PGR usaron dos párrafos de su trabajo.
El primero de ellos (que los neumáticos fuera de uso tienen
un elevado potencial calórico) “es una cita textual y lo mantengo, pues los
neumáticos se pueden usar como combustible en hornos de cementeras”.
“Otra cosa es el segundo párrafo, porque ahí sí que dice no
dice toda la verdad (sic)… Es una parte de la verdad porque esa es una
temperatura que podría estar asociada a procesos de gasificación”, y que por
sus condiciones sólo se pueden alcanzar el condiciones controladas de oxígeno.
Durante sus experimentos, los científicos de la Universidad
de León se enfocaron en la termólisis (la separación de gases y sólidos
mediante la aplicación de calor) pero no probaron la técnica que puede alcanzar
los 1500 grados centígrados, ni siquiera la combustión de llantas.
El académico prefirió no opinar sobre otras conclusiones de
la PGR y aclaró que su estudio únicamente se realizó para conocer el potencial
calorífico de los neumáticos.
En ninguna otra parte los funcionarios de PGR anotaron que
las temperaturas citadas sólo corresponden a “procesos industriales”.
Otros materiales
encontrados
En el caso de las piedras calizas se afirma que la
temperatura de disociación de calcio se logra a los 986 grados centígrados y
que las latas de aluminio la temperatura de fusión se alcanzó a los 700 grados
centígrados.
En esta sección el único dato que acompaña la hipótesis
oficial es que los restos de fierro adheridos a la roca, presumiblemente restos
de las llantas, presentan daños por “la interacción del fuego” por una
temperatura cercana a los 1400 grados centígrados, aunque no se especifica cuál
es la fuente de este dato; es decir, no hay una argumentación sobre a qué
temperatura es afectado el metal.
En la última parte, el peritaje de fuego y explosivos
presenta sus conclusiones, que pueden ser, incluso, contradictorias: la
temperatura máxima de un incendio de llantas es de 1500 grados centígrados,
pero los restos humanos encontrados muestran daños por temperaturas de 1600
grados centígrados.
En sus conclusiones, la PGR tergiversó por completo los
argumentos científicos: los peritos establecieron que “el punto de inflamación
de los neumáticos es del orden de los mil 500 grados centígrados, se establece
que el incendio alcanzó una temperatura mínima de 700 grados centígrados y una
máxima cercana a los 1600 grados centígrados”.
En términos científicos, el punto de inflamación es la
temperatura más baja a la que empieza a arder un elemento. El estudio citado
por PGR establece que 1500 es la temperatura máxima que puede alcanzar un
neumático incendiado, en condiciones industriales, pero los peritos sumaron 100
grados para que empatara con la tabla máxima de los daños que puede registrar
un cuerpo humano.
La verdad histórica
Murillo Karam dio a conocer la hipótesis del basurero de
Cocula durante la conferencia de prensa del 7 de noviembre de 2014, con adelantos
de las declaraciones de los detenidos.
En la conferencia del 27 de enero de 2015 se presentó la
verdad histórica que pretendió comprobar que los normalistas fueron quemados en
un basurero
Según los peritajes, la primera revisión de los expertos en
incendios ocurrió el 3 de noviembre y las conclusiones se entregaron el 5 de
enero de 2015.
Pese a las críticas y dudas de la investigación oficial, las
autoridades no hicieron públicos los peritajes. El equipo de investigaciones
especiales de AristeguiNoticias realizó solicitudes de información pública
para conocer los documentos, pero todos los intentos fueron bloqueados durante
la administración de Murillo Karam.
La opacidad de PGR se presentó aunque el asunto está
relacionado con investigaciones de violaciones graves a los derechos humanos y
la ley mexicana establece que deben ser públicos.
Fue hasta el 10 de junio de 2015 que se obtuvieron las
copias, luego que los funcionarios de la administración de Arely Gómez González
comenzaron a cumplir las obligaciones de transparencia derivadas de solicitudes
de diversos periodistas y ciudadanos interesados en el caso.
Se trata de 717 hojas correspondientes a los peritajes
realizados en el basurero de Cocula en las especialidades de: Incendios y
explosivos, ambiental, arquitectura, fotografía, audio y video, balística,
criminalística, química y antropología.
Al momento, las autoridades sólo han confirmado la muerte de
Alexander Mora Venancio.
(Con información de
AristeguiNoticias)