La noche del viernes 31 de julio se podrá observar en el cielo la “luna azul”, como se llama a la segunda luna llena que se presenta en un mismo mes.
Este fenómeno se debe a la diferencia del calendario gregoriano con los ciclos lunares, pues mientras que un mes dura 30 o 31 días, y 28 o 29 en el caso de febrero, un ciclo lunar dura 29.5 días. Es por ello que esto ocurre aproximadamente cada 3 años.
A pesar del nombre, el color del satélite natural de la tierra no se verá afectado, la mayoría de ellas son de un color gris pálido y blanco, que sea la segunda luna llena del mes no afecta sus propiedades físicas en absoluto; sin embargo, es posible vislumbrar un color distinto en la luna, independientemente de la fase, por diferentes motivos.
Las verdaderas lunas azules, es decir, de color azul, requieren la presencia de micro partículas en el aire que dispersen la luz roja y dejen pasar la azul, tal como se explica en este artículo de la NASA, en que se refieren a la última luna azul, ocurrida en diciembre de 2012.
Un ejemplo de estas micro partículas sería la ceniza de los volcanes, tras la erupción del volcán El Chichón en 1893, la gente de la zona pudo ver la luna de color azul por varios días y en 1883, tras la explosión del volcán Krakatoa en Indonesia, debido a la fuerza de la explosión, la columna de ceniza llegó a los límites de la atmósfera donde se dispersó, haciendo que gente de todo el mundo viera a la luna de ese color.
Otro causante pueden ser los incendios forestales, como uno ocurrido en Alberta, Canadá en septiembre de 1953, que causó nubes de humo con microscópicas gotitas aceitosas que bloquearon la luz roja día y noche, provocando lunas color azul y soles color lavanda desde Norteamérica hasta Inglaterra.
Pero azul no es el único color que puede adoptar este astro; si se presentan aerosoles, partículas aún más pequeñas que la ceniza, y la luna está baja en el horizonte, puede tomar un color rojizo, al igual que un atardecer.
Por mucho tiempo este raro fenómeno ha simbolizado desamor y melancolía para músicos y artistas. ¿Quién no recuerda el baile de Danny con Cha Cha en vaselina?, ¿o la canción del rey del Rock&Roll, Elvis Presley, titulada así? Hay dos explicaciones respecto al origen de llamar luna azul a la segunda luna llena de un mes. La primera de ellas refiere a las palabras en inglés, “blue moon”, y a su similitud con la palabra del inglés antiguo “belewe” que significa traicionar, pues traiciona a la idea de una luna llena al mes.
La segunda de ellas es por un error de interpretación cometido por James Hugh Pruett en un artículo titulado “Once in a Blue Moon”, Una vez cada luna azul, publicado en marzo de 1946 por la revista Sky & Telescope. En éste, Pruet se basa en el Maine Farmers’ Almanac, Almanaque de los granjeros de Maine, para proclamar que la segunda luna llena en un mes es llamada luna azul; sin embargo, en una segunda revisión se descubrió que el editor del almanaque se refería a la presencia de una cuarta luna llena en una estación del año, para las cuales la publicación daba fechas específicas.
Se espera que la próxima luna azul ocurra el 31 de enero de 2018.