Mientras hacía campaña el
miércoles en New Hampshire, Jeb Bush describió su plan para hacer crecer la
economía a un periódico local, declarando que “la gente necesita trabajar más
horas”. ABC reportó que el comentario, provocado por una pregunta sobre la
reforma tributaria, se dio durante una entrevista transmitida en vivo.
Bush dijo a los reporteros que
su visión de una economía más productiva requeriría que la participación en el
lugar de trabajo “aumente de sus mínimos históricos modernos”. No pasó mucho
tiempo para que el Comité Nacional Demócrata hiciera pública una declaración
llamando a la exhortación como “fuera de la realidad”. Hillary Clinton
respondió rápidamente en Twitter:
“Cualquiera que crea que los
estadounidenses no están trabajando lo bastante duro no ha conocido bastantes
trabajadores estadounidenses.”
Pero miembros del equipo de
Bush, incluido el mismísimo Jeb, dijeron que esas palabras conciernen sólo a
los estadounidenses que están empleados medio tiempo o buscan empleo de tiempo
completo. Bush tuiteó en respuesta a Clinton:
“Cualquiera que descarte a 6.5
millones de personas atascadas en trabajos de medio tiempo & buscan empleos
de tiempo completo no ha escuchado a los estadounidenses trabajadores”
Los demócratas tienden a
defender el aumento al salario mínimo como una alternativa a aumentar las horas
laborales. El debate recientemente desencadenado constituye una parte de un
diálogo más amplio concerniente a quién cosecha los beneficios del crecimiento
económico: los empleadores o los trabajadores. Los críticos de la visión de
Bush consideran que su meta de “4 por ciento de crecimiento hasta donde alcanza
la vista” es una manera limitada de entender una economía sana, una que podría
beneficiar sólo a quienes están en la cima. Otros han argumentado que aumentar
las horas laborales ni siquiera podría llevar a una mayor productividad en una
economía moderna que depende ampliamente de la innovación digital.
Por supuesto, también hay
quienes sacaron conclusiones orwellianas de los comentarios:
“El plan de Jeb Bush para hacer
crecer la economía parece estar moldeado a partir de los cerdos de ‘Rebelión en
la granja’”
Debajo de todo esto está lo que
parece ser la plataforma central de Bush: él cree que muchos estadounidenses
preferirían trabajar más de lo que actualmente lo hacen, y que disminuir el
“subempleo” es una estrategia clave para hacer crecer la economía.