La bandera de Cubana ondea ya en la embajada en Washington, un signo de la reciente cooperación entre ambos países, pero aún hay mucho por resolver, como la base militar en Guantánamo y el restablecimiento de servicios aéreos regulares.
Los ministros de Relaciones Exteriores John Kerry y Bruno Rodríguez discutieron sobre la base militar estadounidense en Guantánamo durante la primera reunión oficial entre Cuba y Estados Unidos en 57 años, para revisar los avances del descongelamiento diplomático anunciado el 17 de diciembre por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.
Mientras que el canciller cubano indica que la devolución del territorio ocupado ilegalmente en Guantánamo es “esencial para avanzar hacia la normalización de las relaciones bilaterales”, Kerry aclaró que Guantánamo “no forma parte de las discusiones” y que no existe la intención de alterar el contrato de arrendamiento de la base.
La base militar en Guantánamo debe su existencia al tratado permanente de arriendo establecido en 1903, en el que se establece que Estados Unidos pagará anualmente 2,000 dólares en oro al gobierno cubano, lo que a la fecha es un cheque de 4,085 dólares depositado en un banco suizo por los 117.6 km2 de bahía.
Desde 1959, Cuba solicitó el fin de esta ocupación, sin embargo el contrato estipula que éste no terminará sino hasta que ambos países lo acuerden o hasta que Estados Unidos no necesite de la Bahía. La Enmienda fue hecha a la Constitución cubana bajo la amenaza de que de si no se aceptaba, la isla permanecería bajo ocupación militar, lo cual declararía nulo el tratado a los ojos de la Convención Internacional sobre Derecho de Tratados de 1969, celebrada en Viena, Austria, pues el artículo 52 considera nulo todo tratado cuyo consentimiento se alcance con la amenaza o uso de la fuerza.
“No se confundan, el proceso a la normalización completa de las relaciones (…) será largo y complejo. En el camino habrá tropiezos y momentos de frustración. Será necesario tener paciencia. Todo eso es razón suficiente para empezar”, dijo Kerry a la prensa.
Mientras tanto, las aerolíneas American Airlines y United Airlines se declararon listas para iniciar vuelos directos que unan a las dos naciones.
“La reapertura de las embajadas de Estados Unidos y Cuba en La Habana y Washington es un paso importante hacia la construcción de nuevas relaciones comerciales y el restablecimiento de servicios aéreos regulares entre Estados Unidos y Cuba”, dijo el presidente de American Airlines, Doug Parker.
Aunque los vuelos regulares entre Cuba y Estados Unidos aún no están permitidos, varias líneas aéreas ofrecen vuelos charters.
“American Airlines ha operado vuelos charter a Cuba durante casi 25 años y nosotros estamos dispuestos a comenzar el servicio regular cuando esté permitido”, indicó Parker.
Por su parte, la United airlines señaló “esperamos continuar nuestro diálogo constructivo con los gobiernos acerca de proporcionar un servicio a nuestros clientes entre nuestras dos naciones”.