Der Spiegel, el semanario alemán de investigación periodística, interpuso una demanda bajo la sospecha de haber sido blanco de espionaje por parte de Estados Unidos, tal y como lo sugirieron nuevos documentos dados a conocer por Wikileaks.
La demanda, por la sospecha de ser blanco de espionaje y violación del secreto en las telecomunicaciones, fue presentada ante el Tribunal Constitucional, con sede en Karlsruhe.
La revista cuenta con documentos oficiales de 2011 en los que quedó de manifiesto que la CIA de Estados Unidos informó al coordinador de Servicios Secretos en la Cancillería Federal, Günter Heiss, que miembros del gobierno sostenían contactos con el Spiegel.
En esos documentos de la CIA se precisó el nombre de Josef Vorbeck, al que se acusó de haber entregado información confidencial al semanario en una nota también confidencial que hizo llegar a la Cancillería Federal.
El funcionario fue retirado del puesto y colocado en otro sector del gobierno, poco después que la Cancillería Federal recibió la nota de la CIA. No hubo consecuencias jurídicas en contra del funcionario.
El asunto está siendo ahora investigado por el Comité de Investigación de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos) en el Parlamento alemán.
El otro aspecto álgido de esa noticia es que altos miembros del gobierno alemán supieron al parecer que la CIA estaba espiando al Spiegel, y no hicieron nada para detenerlo, sino que permitieron que éste siguiera adelante.
El Spiegel es un medio muy respetado en Alemania por su periodismo investigativo, que ya ha costado el poder a varios gobiernos. Su difusión en Alemania es muy amplia. En 2014 vendió cada semana un promedio de 867 mil 893 ejemplares.
El número que más vendió y alcanzó un millón 446 mil 325 ejemplares fue el de “Ataque Terrorista: la guerra en el siglo XXI”. Spiegel fue uno de los medios internacionales que recibió las primicias de Wikileaks. El 92 por ciento de los ejemplares se vende en Alemania y el restante 8.0 por ciento se vende en el extranjero, la mayor parte de ellos en Austria y Suiza.
En esos documentos se revelaron los operativos de espionaje y escuchas que lleva a cabo Estados Unidos desde hacía años, y que incluye a jefes de Estado y de gobierno, entre ellos el celular personal de la canciller federal alemana, Angela Merkel.
La organización internacional Reporteros sin Fronteras emitió este viernes un comunicado en Berlín en el que demandó al gobierno alemán una amplia y detallada investigación.
El director de Reporteros sin Fronteras en Alemania, Christian Mihr, apuntó que “si el gobierno alemán realmente sabía del espionaje contra el Spiegel y no emprendió nada, sería un escándalo intolerable”.
“El gobierno alemán debe defender el secreto en las redacciones y la protección de las fuentes como un pilar de la prensa libre, en vez de tratar de ocultar ataques a la libertad de prensa”, aseveró Reporteros sin Fronteras.