Una corte egipcia presentó la resolución del juicio en contra de Mohamed Mursi por cargos de asesinato, secuestro y más delitos involucrados durante la fuga masiva de una prisión en 2011, por los que fue sentenciado a pena de muerte.
Al escuchar las sentencias, el expresidente, calmado y sonriente, levantó los puños unidos para expresar su determinación.
Los veredictos de los tres primeros juicios (le esperan otros dos), fueron pronunciados en primera instancia y pueden ser recurridos.
La Hermandad de los Hermanos Musulmanes denunció unos “veredictos grotescos”, llamando a manifestarse el viernes “contra las penas de muertes, las desapariciones forzadas” y contra “el criminal fascista Abdel Fatah al Sisi y su banda”.
La Casa Blanca dijo por su parte este martes que la sentencia contra Mursi tenía “motivos políticos”, una crítica severa de Washington a su aliado militar.
“Estamos profundamente preocupados porque las sentencias pronunciadas hoy por un tribunal egipcio contra el expresidente Mursi y otros tuvieron motivos políticos”, dijo el portavoz Josh Earnst.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también está “muy preocupado” por la confirmación de las penas de muerte en Egipto, afirmó este martes el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq.
Ban teme que esas sentencias “tengan un impacto negativo sobre las perspectivas de estabilidad a largo plazo de Egipto”, destacó.
El presidente islamoconservador de Turquía, Recep Tayyep Erdogan, denunció la sentencia como una “masacre contra los derechos fundamentales y las libertades”.
Para la ONG de derechos humanos Amnistía Internacional (AI), se trata de “una parodia de justicia” que demuestra “hasta qué punto el sistema judicial es defectuoso en Egipto.
El tribunal de El Cairo, ubicado dentro de una academia de policía bajo alta vigilancia, condenó a muerte a Mursi por evadirse de prisión durante la revuelta popular de enero y febrero de 2011 que puso fin a 30 años de presidencia de Hosni Mubarak, pero también por “haber planificado ataques contra el Estado con la colaboración del Hamas palestino y del Hezbolá libanés”.
En el proceso por espionaje, que le valió la cadena perpetua – lo que equivale a 25 años de prisión en Egipto-, el juez confirmó las penas de muerte pronunciadas el 16 de mayo contra 16 personas, de las cuales dos altos dirigentes de los Hermanos Musulmanes de Mursi: el riquísimo empresario Khairat al Chater y Mohamed al Beltagui.