MORELIA, Mich.— Una nueva
página se escribió en la historia de Michoacán. El pasado 7 de junio los
ciudadanos salieron a ejercer su derecho al voto, olvidaron por un momento las
épocas complicadas de violencia, de crimen organizado y aquel surgimiento de civiles
armados llamados “grupos de autodefensa” que pusieron en jaque a los llamados
Caballeros Templarios.
Los
michoacanos decidieron expresar en las urnas la molestia y el hastío que les
provocó un periodo gubernamental tan corto (tres años y ocho meses) en el que
hubo tres gobernantes: el constitucional, Fausto Vallejo Figueroa; el interino,
Jesús Reyna García (hoy preso y acusado de delincuencia organizada), y el
sustituto, Salvador Jara Guerrero.
Desde
la Sierra, la costa, el bajío, la meseta purépecha, el oriente y la zona
centro, los electores se dieron tiempo de llegar a las urnas. Ello a pesar de
los contratiempos que hubo en la instalación de casillas, los cambio de
domicilio y el “estira y afloja” en algunas poblaciones por no querer su
instalación. La cifra de participación ciudadana alcanzó el 54.74 por ciento,
de acuerdo con información del Instituto Electoral de Michoacán (IEM), es
decir, aproximadamente un millón y medio de michoacanos acudieron a votar.
En
esta etapa de asimilación y reflexión, el pueblo michoacano guarda la esperanza
de que la izquierda haga los cambios profundos que el estado requiere para
estar a la altura de las entidades colindantes como Jalisco, Guanajuato y
Querétaro. “No queremos demagogia, ni promesas que no se cumplen, el nuevo
gobierno tiene que atender cosas fundamentales, el combate a la inseguridad, el
rescate de la economía y poner un alto a los grupos sociales que exigen
prebendas para unos cuantos”, expresa Alfonso Guerrero Guadarrama, dueño del
restaurante Las Azaleas que tuvo que “bajar cortinas” porque lo llevaron a la
quiebra las manifestaciones sociales.
Con
añoranza, Guerrero Guadarrama cuenta que durante muchos años su negocio de
comida le dio sustento a su familia y que ahora ha tenido que rematar todo:
“Estoy en el menor ánimo de invertir, ya estamos cansados de que el estado sólo
atiende peticiones de grupos que afectan nuestra economía”. Y es que, agrega,
tan sólo en este año han cerrado más de treinta y cinco negocios de diversos
giros ubicados en el centro histórico de Morelia, porque han sido afectados por
la inseguridad, los plantones de Antorcha Campesina y los bloqueos de la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Atrás han quedado las
tardes tranquilas en las que la gente podía caminar libremente por la avenida
Madero de Morelia —la Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad—. La catedral,
el palacio de gobierno y otros edificios han sido “secuestrados” por marchas y
plantones. Y así, comenta el comerciante, “no se puede, el turismo no llega, no
hay inversiones, pero esto no lo entienden las autoridades”.
También
hay atardeceres tristes y noches de agonía en aquellas regiones que fueron
azotadas por la delincuencia: zonas de la Tierra Caliente en donde las madres
todavía lloran a sus hijos que en algún momento fueron “levantados” por el
crimen organizado, que fueron asesinados o que simplemente un día ya no
regresaron a su hogar.
Xóchitl Flores Estrada,
productora de limón en el Valle de Apatzingán, piensa que la gente no ocupa un
nuevo gobierno de discursos falsos ni políticos corruptos, sino instituciones
fuertes y confiables. “Debemos hacer un análisis detallado, empezando por los
políticos, de cómo llegaron unos al poder, de cómo ganaron estas elecciones
comprando votos y la conciencia de las familias humildes de las zonas rurales,
por eso esta zona está necesitada de educación, de valores, de ética, estamos
cansados de tanta mentira, de la corrupción”, afirma. Para la agroempresaria,
la Tierra Caliente sigue “poseída” por los mismos “mañosos”, por la “resaca de
Los Templarios” y por los funcionarios corruptos. No ha habido cambios como
aseguran las autoridades estatales, y la gente por más que trabaja sigue
viviendo en pobreza y con hambre.
La
herida sigue abierta. Los michoacanos no olvidan aquellos días cuando los
delincuentes se apoderaron de casas, terrenos, propiedades. “La delincuencia
organizada de Michoacán cambió sus actividades tradicionales de siembra y venta
de drogas por delitos de narcomenudeo, extorsión, cobro de derecho de piso,
secuestro, explotación de reservas mineras; cometió crímenes contra la sociedad
civil y agravió a los ciudadanos que se resistían a pagarles las cuotas, pero
hoy el estado tiene la gran oportunidad de cambiar ese rostro”, sostiene Roberto
Ramírez Delgado, líder de la Fundación Ciudadana para el Desarrollo Integral de
Michoacán (Fucidim). En su opinión, las nuevas autoridades deben empezar con el
combate a la delincuencia, generar una política que ayude a abatir, de manera
eficiente, la impunidad de los delitos. “Ahorita no estamos viendo resultados
eficientes, exigimos acciones como la creación de la Secretaría de Seguridad
Pública o una Fiscalía General.”
Al respecto, Eduardo
Sánchez Martínez, presidente de la Confederación Patronal de la República
Mexicana, delegación Michoacán, dice con tono de preocupación: “Todos en
Michoacán sabíamos a quién le secuestraban un hijo, quién pagaba, quién pasaba
información a los malos, quién estaba con ellos, y nunca nadie podía hacer
nada”. Ahora, agrega, “el gobierno deberá tomar de manera urgente la depuración
de los cuerpos policiacos”.
No perdamos la fe: Padre Goyo
Si alguien conoce el Valle de Apatzingán, la
morisqueta (arroz blanco), los cultivos de limón y de papaya, pero también las
entrañas de la delincuencia organizada, es Gregorio López Gerónimo, conocido
como elPadre Goyo.
Él
fue el impulsor del Consejo Ciudadano para la Recomposición Integral del Tejido
y Orden Social (Ccristos) que se dio a conocer cuando abiertamente el polémico
y popular sacerdote decidió retar, junto con sus feligreses, a Los Caballeros
Templarios. Es de los que piensa “que hay una nueva esperanza, no se debe
perder la fe, pero los cambios van a suceder cuando los ciudadanos exijan a sus
gobernantes”.
ElPadre Goyo —quien ofició las
homilías con chaleco antibalas cuando Apatzingán y el resto de la Tierra
Caliente vivían las épocas más críticas por los enfrentamientos entre los
grupos de autodefensa y Los Caballeros Templarios— opina que Silvano Aureoles
Conejo, próximo gobernador, debe atender temas como el de los presos políticos.
Por ejemplo, el del líder fundador de los autodefensas, Manuel Mireles
Valverde, quien desde hace más de un año está preso en un penal federal de
Hermosillo, Sonora.
“Quiero
llevar a Silvano (Aureoles) a la costa, a la sierra, quiero que vea cómo viven
los verdaderos y legítimos autodefensas, que se comprometa con la
legitimización de los buenos comunitarios y policías de la Fuerza Rural que
están defendiendo a su gente”, indica elPadre Goyo, quien
advierte que la región costera de Michoacán enfrenta graves riesgos porque el
líder los autodefensas, Cimeí Verdía Zepeda, ha sido emboscado ya dos veces.
El
clérigo lleva proyectos productivos a las viudas del crimen organizado y a sus
huérfanos. Al descubrir que la pobreza no es sólo económica, sino también de
ciencia y espíritu, considera que también es prioritario atender la educación,
el desarrollo social, la salud y que se aplique el Estado de derecho.
El
cardenal Alberto Suárez Inda considera, a su vez, que debe atenderse y
procurarse la equitativa distribución de la riqueza; entendida esta no sólo en
el aspecto material, sino también en oportunidades de compartir el conocimiento
y los bienes culturales. “Es muy triste constatar que crece la brecha entre
unos pocos que poseen más y los muchos que tienen cada vez menos; sigue
teniendo plena actualidad el pensamiento de José María Morelos de que es
preciso moderar tanto la opulencia como la indigencia.” El cardenal dice que es
deseable que las autoridades “no se reduzcan a solucionar lo inmediato, sino
que busquen la dignificación y la promoción de los pobres”.
Fracasa
el PAN y despunta el
PRD
El estado de Michoacán —la tierra
de pescadores y conocido mundialmente por la producción de aguacate y las
guitarras de Paracho— será gobernado por la izquierda.
El
Partido de la Revolución Democrática (PRD) se posiciona como primera fuerza
política al obtener la mayoría de votos para la gubernatura con el candidato
Silvano Aureoles y su eslogan “Un nuevo comienzo”. Ello a pesar de llevar a
cuestas el reproche al exgobernador perredista Leonel Godoy Rangel de haber
dejado el estado en una crisis financiera.
El PRD logró también el
triunfo en cincuenta ayuntamientos, de los ciento doce que estuvieron en juego;
en diez diputaciones locales de las veinticuatro, y en cinco diputaciones
federales.
Desde
que la tarde del 7 de junio caía, el “cuarto de guerra” de Acción Nacional
entró en mutis. Sabían que los números no les favorecían. Hubo acusaciones de
que el Comité Ejecutivo Nacional, de Gustavo Madero, y el Comité Directivo
Estatal, con Miguel Ángel Chávez Zavala, dejaron sola a la candidata Luisa
María Calderón Hinojosa.
El fracaso del PAN
fue monumental. Obtuvo la menor votación de los años recientes y perdió
bastiones importantes como La Piedad, Zamora, Uruapan, Tanhuato, Tinguindín y
tan sólo obtuvo dos escaños de diputados locales y diez alcaldías de veintiséis
que antes gobernaba. Los propios panistas traicionaron aCocoa, se escuchaba decir en las calles morelianas.
En el Partido
Revolucionario Institucional (PRI) se menciona que le jugaron de reversa al
candidato José Ascensión Orihuela Bárcenas. Se filtró aquella versión de que el
exgobernador Jesús Reyna García —preso en un penal de máxima seguridad— y el
exgobernador Fausto Vallejo Figueroa “operaron” mediante sus incondicionales en
contra deChon. El PRI obtuvo
ventaja en treinta y cinco municipios y en doce distritos para diputados, pero
esta votación no se reflejó en la votación de gobernador. El festejo duró sólo
unas horas.
Aureoles Conejo,
diputado federal con licencia, candidato a gobernador en 2011, hoy es el
triunfador. De acuerdo con los datos del PREP, obtuvo el 36.06 por ciento de la
votación, que representa 530 950 votos, contra los 410 115 de Orihuela Bárcenas
y los 352 700 de Calderón Hinojosa.
Tras tener en sus
manos la constancia de mayoría que lo acredita como gobernador de Michoacán,
Aureoles estaría tomando protesta el próximo 1 de octubre, cargo que desempeñará
hasta el 30 de septiembre de 2018. En sus primeras declaraciones como virtual
ganador, el oriundo de Zitácuaro exhortó a sus contrincantes para que se sumen
con él y Michoacán pueda salir adelante.
“Les tiendo mi mano,
particularmente al candidato del PRI y a la candidata del PAN, que hoy cerremos
este capítulo, que caminemos juntos para sacar a nuestro estado adelante, yo no
soy un hombre de rencores ni de revanchas, soy un hombre inmensamente feliz”,
aseguró.