Mientras Joseph Blatter recibía el viernes abrazos y felicitaciones por su reelección como presidente de la FIFA, alguien además del príncipe Ali, el otro candidato, se sentía perdedor: Michel Platini, presidente de la UEFA y abiertamente enfrentado al suizo.
La guerra por el poder del fútbol mundial vivía en el 65º Congreso de Zúrich una nueva batalla y Blatter, una vez más, salió vencedor ante una UEFA demasiado sola en su cruzada para terminar con la presidencia de ‘Sepp’, que no tardó ni un día en lanzar dardos hacia el orgullo herido de los dirigentes europeos.
“Es un odio que no sólo proviene de una persona en la UEFA, sino de la organización UEFA, que no puede entender que en 1998 me convertí en presidente”, afirmó Blatter.
“Perdono a todo el mundo, pero no olvido”, dijo sobre la postura de Platini en los últimos días, antes de reconocer que FIFA y UEFA están condenadas a entenderse y que no pueden vivir una sin la otra.
Unas palabras con aires de advertencia ante los nuevos tiempos que afronta la FIFA, sacudida desde el miércoles por un enésimo escándalo de corrupción, después de que siete personas fueran detenidas en hoteles de lujo de Zúrich en una operación a pedido de las autoridades estadounidenses, que imputaron a un total de catorce personas.
La UEFA y Platini, que ya habían pedido el voto por el príncipe Ali y habían defendido la necesidad de un relevo al frente de la FIFA, elevaron entonces el tono.
Se convocó un Comité Ejecutivo extraordinario en Varsovia, donde su cúpula directiva se encontraba con motivo de la final de la Europa League, y allí pidió el aplazamiento del Congreso de la FIFA y de la elección presidencial ante la gravedad de la situación. Un clamor en el desierto que la FIFA no escuchó.
Pide dimisión
Platini, un anti-Blatter de pedigrí, convocó a los medios horas antes del inicio del Congreso, el jueves en un hotel de Zúrich, y allí pidió la dimisión del suizo. Después de la victoria de Blatter, el exfutbolista francés insistió en la necesidad de cambio.
“Estoy orgulloso de que la UEFA haya defendido y apoyado un movimiento por el cambio en la FIFA. El cambio en mi opinión es crucial si esta organización quiere recuperar la credibilidad”, afirmó entonces con gesto serio.
Platini había parecido durante mucho tiempo el hombre destinado a enfrentarse en las urnas a Blatter en este Congreso de 2015, pero el presidente de la UEFA no se decidió a dar el paso y en agosto del pasado año ya anunció oficialmente que no iba a concurrir a los comicios para abrir una nueva era en la FIFA.
“No es el momento, no es mi hora todavía. He reflexionado durante mucho tiempo y no he llegado a convencerme”, declaró entonces, asegurando que quería concentrar sus esfuerzos en la UEFA por el momento.
Viejas mentiras
En el pasado, Platini fue una figura muy cercana a Blatter, pero con el tiempo se ha ido distanciado.
El lunes, en una entrevista al diario deportivo francés L’Equipe, antes de que estallara el escándalo de corrupción, explicó que Blatter le había mentido cuando para ganarse su apoyo en las elecciones de 2011 le prometió que iba a ser su último mandato y que no se presentaría en 2015.
“Nos había pedido, mirándonos a los ojos, que le apoyáramos para el que sería su último mandato”, reveló Platini. “Hay que saber ceder el testigo y no tratar de agarrarse al trono cueste lo que cueste”, subrayó.
Este sábado comenzó un nuevo mandato en la FIFA para el periodo 2015-2019 y Europa acogerá durante el mismo el Mundial de 2018, en Rusia, uno de los pocos países europeos que rompen con la tónica general en el continente y siguen respaldando a Blatter.