Hombre de inquebrantable fe y sólidos principios, pero de fuerte carácter, el bombero de Pachuca David Hernández Juárez se convirtió en uno de los héroes anónimos con que cuenta la capital estatal, al salvar la vida a un joven de 26 años, la tarde noche del pasado sábado.
El uniformado relató que una vez que se recibió el llamado de emergencia, junto con tres compañeros, salió rumbo a ese lugar, para colaborar en las labores de convencimiento y evitar con ello que el infortunado hombre saltara al vacío desde lo más alto del distribuidor vial Centenario de la Revolución, de la capital hidalguense.
Con 22 años de trabajo dentro del cuerpo de bomberos de Pachuca, asegura, hay situaciones en las que el miedo a sufrir un percance por salvar una vida pasan a segundo término. Foto: Juan Martínez
“Cuando nos informaron no dudamos en evitar que ocurriera una desgracia, en el camino te vas preparando y aunque pasan muchas cosas por la cabeza, sabes que lo principal siempre es evitar que haya dolor en las familias, ése es nuestro trabajo y nos preparamos para ello”, dijo con voz entrecortada.
Gracias a los cursos de preparación, adiestramiento en técnicas de rappel y trabajo en equipo que reciben los rescatistas, fue posible evitar que aquel hombre, cuya identidad no reveló, se privara de la vida, una tarea que no es algo fácil.
Con 22 años de trabajo dentro del cuerpo de bomberos de Pachuca, asegura, hay situaciones en las que el miedo a sufrir un percance por salvar una vida pasan a segundo término.
“Cuando a uno le gusta y ama lo que hace, no hay temor que valga, en este caso el logro es de todo el equipo, porque aquí pasamos más de medio año juntos, somos una segunda familia para cada uno y cuando se logran cosas buenas siempre el orgullo debe ser de todos”, expresó.
Esposo y padre de 4 hijos, David Hernández Juárez afirmó que portar el uniforme de bombero es un privilegio, aunque recalcó que la familia resulta muchas veces sacrificada por los tiempos que exige la profesión.
“Mi hogar resulta mi base para hacer mi trabajo con tanta entrega, ellos conocen los riesgos y me apoyan, siempre están al pendiente de los compañeros y de uno, desde luego la fe también algo que mantengo siempre que acudimos al auxilio, porque sin estos dos sustentos no podríamos resistir todo lo que uno ve a diario” .
Y aunque, dice, hay cientos de historias detrás de cada emergencia que se atiende, ninguna puede ser catalogada como principal, pues en todas hay un dolor, un riesgo.
“Mucha veces los niños nos preguntas si tenemos miedo… (después de guardar silencio), Claro que hay miedo, pero con el tiempo y la experiencia aprendes a controlarlo, pero dicen que alguien tiene que hacer el trabajo y nosotros lo hacemos con gusto, con total entrega y buscando que en ningún hogar exista el dolor”, platicó el héroe del día.