No había nota periodística que no calificara a esta ciudad como la más peligrosa de México, incluso del mundo, y a la cual pocos tendieron una mano en su momento más delicado durante la guerra contra el narco, pero después de un esfuerzo de recuperar el tejido social hoy hay una real apuesta para enmendar una sociedad destruida por la violencia: la Cinética Nacional de México en Juárez.
En una reciente entrevista para el documental que realiza el cineasta Jairo Sifuentes titulado “Juárez: la sociedad que enfrentó la ciudad más violenta del mundo” (2015), el gobernador de Chihuahua, César Duarte, reconoció que “fue la gente que se unió con el gobierno para reestructurar su presente enmendando el futuro. La Cineteca, por lo tanto, es el esfuerzo desesperado de un grupo de maestros que exigía una mejoría para sus estudiantes y su ciudad”.
Un pueblo contento camina sin preocupaciones, pocas veces en apuro, sin idea de lo que significa el miedo y quizás hoy Juárez esté camino a la reestructuración ¿pero que pasa con esos sentimientos guardados en los juarenses cosechados bajo la época de la guerra contra el narco? Porque una ciudad sometida a tanta violencia puede recuperarse físicamente,¿pero psicológicamente?.
He ahí el ejemplo de Japón que recibió la descarga más violenta por parte de la humanidad bajo la bomba atómica en Hiroshima la cual apostó su recuperación en el avance tecnológico y el cual llevaba siglos repentinamente demostrando sus capacidades tecnócratas realizando, por ejemplo, muñecas similares a las inglesas solo que con movimientos que dieran muestra de etiqueta ante la sociedad, muñecas que sirvieron como base para su hoy avanzada robótica, la cual surge justo después de la bomba atómica. A la par de esta demostración de grandeza de nación hoy surgen problemas en el bajo indice de natalidad y en suicidios, lo cual nos ingiere la dificultad que ha sufrido Japón como nación para recuperarse, ¿pero y la dificultad de los individuos?
Algunos ejemplos notorios de supervivencia a la violencia en casos particulares son Charles Chaplin (actor), Carlos Santana (músico), Fernando el Toro Valenzuela (beisbolista), Tina Turner (cantante), Walt Disney (empresario), John D. Rockefeller (empresario/filántropo) etc., seres que al igual que la gente de Juárez vivieron momentos desgarrantes y que supieron liberarse de su posible circulo vicioso del víctima y depredador realizando lo que mejor sabia hacer, como Japón. Bien decía el famoso mitólogo y escritor Joseph Campbell, ” Si sigues tu bienaventuranza te colocas en un tipo de pista que ha estado allí todo el tiempo, esperando por ti … las puertas se abrirán…”, cual evidencia ha perdurado en los personajes anteriormente mencionados, aun después de su muerte en el caso de Chaplin -considerado padre del cine- y Rockefeller -creador de la Junta General de Educación (becas/donaciones)-. Sin embargo, el camino para este tipo de seres fue indudablemente dificultoso con un resultado exitoso.
Por lo tanto la hoy Cineteca Nacional de Juárez se convierte en una puerta hacia otros países, anécdotas e historias en el mundo para los juarenses. Por ejemplo: ¿Cómo solucionaba un niño de Cuba, en la película Conducta (2014), tanta violencia y disfuncionalidad?
El arte es una de las herramientas mas eficaces en la cultura contra la barbarie, una especie de conducto al “joie de vivre”, como lo es también el deporte, actividades que permiten generar estrategias y soluciones a un problema, estrategias y soluciones que podemos aplicar a la vida cotidiana, a los problemas del ser.
Hoy la Cineteca Nacional de Juárez proyectará un rayo de luz a los juarenses. En cuanto uno haya visto esa proyección éste llevará de boca en boca la misión de estas historias. Es como comenta el psicólogo norteamericano Daniel Kahneman: “entre más hablamos el uno del otro podremos diferenciar entre lo que es bueno o malo. Los errores como los éxitos de todos los seres habitables del planeta son de ejemplo para crear lo que llamamos carácter”. Por lo tanto, el cine, puede ser de tal beneficio que puede cambiar toda una masa de gente, e incluso puede ayudar a encontrar esa bienaventuranza que comentaba Joseph Campbell.
Por esta razón, la Cineteca Nacional de Juárez es tan importante, pues permitirá que la gente hable para escucharse y curar las heridas contando las historias que cuenta el cine… o lo que la gente le cuenta a quienes hacen el cine con tan solo 20 pesos, cambiando así el cine de consumo por el consumo intelectual que impactará a largo plazo; un entretenimiento de alto nivel a un bajo precio, perfecta vacuna contra la violencia.
Juárez está renaciendo efectivamente en el presente y el futuro, pero con proyectos como el de la Cineteca de Juárez su pasado estará sanando espectador por espectador, uno a uno.