Los derechos humanos salieron en las reuniones que tuvo en Aberdeen. El secretario de Estado para Escocia, Alistair Carmichael, que en mayo presentó una campaña contra la tortura de Amnistía Internacional, fue quien sacó el tema.
“Para el gobierno de Su Majestad, el respeto de los derechos humanos es un valor central en todo lo que tratamos de hacer, aquí y en el extranjero”, dijo Carmichael en un acto en el ayuntamiento de la ciudad.
“A medida que fortalecemos los lazos entre nuestros países, estoy seguro de que ésto seguirá siendo parte de nuestro diálogo”, añadió.
La visita de Peña Nieto, presidente desde 2012, se enmarcó en la celebración del Año de México en el Reino Unido -y viceversa.
La desaparición -y más que posible asesinato de 43 estudiantes en Iguala, Guerrero- y el estancamiento de la economía mexicana han pasado factura a Peña Nieto, cuya popularidad (60% de desaprobación, según encuestas de diciembre) es de las más bajas de un presidente a estas alturas de su mandato.
Amnistía Internacional (AI) cifró esta semana en 22 000 las personas que permanecen secuestradas o desaparecidas, además de las más de 100 000 que murieron desde 2006 en la “guerra contra las drogas”.
Siobhan Reardon, director en Escocia de Amnistía Internacional, dijo que “la visita a Aberdeen de Peña Nieto no debería ser solamente sobre petróleo”, y pidió a las autoridades que transmitieran su preocupación al presidente.
Peña Nieto acabó admitiendo por primera vez, en una entrevista con el diario británico Financial Times, que hay desazón en México.
El periódico financiero despidió al presidente con un editorial este jueves en el que sostiene que su programa de reformas no bastará si no se fortalece el Estado de derecho.
“Sin Estado del derecho y limpieza en el gobierno, poco cambiará”, sentencia el editorial.
(Con información de AFP).