Se espera que, conforme envejezcamos, nuestra visión se vaya. No es vergonzoso comprar lentes de lectura, o conseguir unos bifocales. Pero para algunos esto no es suficiente. Los cálculos sugieren que, para 2020, 196 millones de personas alrededor del mundo sufrirán de degeneración macular relacionada con la edad (DMRE), en esencia, una forma de ceguera. La DMRE provoca una pérdida progresiva de la visión central, haciendo que una persona sea incapaz de ver lo que está enfrente de sí. Aun cuando deja intacta la visión periférica, la DMRE dificulta leer o manejar.
Hay opciones de tratamiento, pero primordialmente detienen una mayor pérdida de visión. Eric Tremblay, de la Ecole Polytechnique Federale de Lausanne (EPFL) en Suiza, y su equipo están trabajando en lentes de contacto telescópicos diseñados para el uso cotidiano. Dentro de los lentes hay espejos minúsculos dispuestos para imitar más o menos un tradicional telescopio galileano, magnificando la imagen y, en esencia, actuando como binoculares integrados. Han funcionado en pruebas de laboratorio, pero hasta ahora solo se han colocado en cinco personas.
Neil Bressler, del Instituto Ocular Johns Hopkins Wilmer, dice que hay obstáculos: los pacientes con DMRE por lo general tienen entre setenta y tantos y ochenta y tantos años, y “tal vez no tengan la destreza u otras habilidades motoras finas para colocar lentes de contacto en el ojo”. Los lentes tienen un grosor de 1.55 milímetros, mucho más gruesos que los lentes suaves estándares, que tienen a lo más un grosor de 0.35 milímetros. El equipo ha pasado los últimos dos años perfeccionando la manera de llevar oxígeno al ojo. Han incorporado diminutos canales de aire al diseño y están probando depósitos de líquidos ricos en oxígeno incorporados a los lentes.
En gran medida, la investigación fue financiada por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de la Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés). ¿Se siente confundido? La DARPA está interesada porque la EPFL también ha diseñado un par de lentes que funcionan en conjunto con los binoculares de contacto, permitiendo a quien los use cambiar entre visión “binocular” y “normal”. Al usar un detector de luz, los lentes pueden reconocer cuando usted parpadea: un parpadeo del ojo derecho para magnificar y un parpadeo del ojo izquierdo para regresar a la visión normal.
Es un “zoom de manos libres”, dice Tremblay. ¿Qué soldado no querría una visión telescópica que aparezca, muy literalmente, en un parpadeo?