En una primera revisión que los ecologistas hicieron al Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) detectaron que para el Fraccionamiento Los Cobos se tiene contemplado que tanto las aguas pluviales como el agua tratada de la red de drenaje sanitario se conduzcan hacia el arroyo.
El hecho de que estas aguas se viertan al arroyo, además de implicar un grado de contaminación, también mantendría -de forma permanente- inundado el cauce del arroyo que es donde se han localizado elementos fósiles que sería imposible explorar y rescatar, lo cual para los activistas pudiera ser un daño al patrimonio de la nación.
El fraccionamiento Los Cobos es un proyecto promovido por Banco Interacciones que pretende crear un área habitacional con 7 mil 600 viviendas (anteriormente se habían planteado 14 mil y después 11 mil), en un área cercana a la microcuenca del arroyo Cobos-Pargas- San Francisco.
La construcción se tiene prevista en 17 etapas, con una duración de 12 meses cada una de ellas y una inversión de mil 250 millones de pesos.
Encontraron además algunas ausencias importantes de especies -flora y fauna- existentes en la zona que no están consideradas en el documento.
Las carencias más llamativas, según los especialistas, están en torno a la fauna existente en el sitio en animales como la tortuga casquito, el lince rojo o el venado cola blanca, de los cuales existe evidencia documental y fotográfica.
Hasta el momento los ecologistas han detectado al menos diez animales diferentes que no fueron incluidos en la MIA, que son: la tortuca casquito (Kinosternon integrum), camaelón de montaña (Phrynosoma orbiculare), serpiente nocturna (Hypsiglena torcuata), serpiente chirriadora (Masticophis mentovarius), rana de árbol de montaña (Hyla eximia), rana termitera (Hypopachus variolosus), lince rojo (Lynx Rufus), zorro rojo (Vulpes vulpes), mapache (Procyon lotor) y venado cola blanca (odocoileus virginianus).
El documento especifica que en la zona donde se pretende hacer el proyecto localizaron seis especies de anfibios, una de reptiles, 20 de aves de las cuales ninguna de ellas tiene algún tipo de protección especial según la Semarnat y 9 especies de mamíferos.
De acuerdo a los datos que tienen los especialistas en el bosque de Cobos, esta zona ocupa el segundo lugar en cuanto a riqueza de aves, en todo el estado.
En particular los anfibios son conocidos como indicadores biológicos, lo cual significa que en los sitios donde ellos se encuentran es porque son espacios saludables con agua libre de contaminación química, lo cual dejaría de ser al momento en que las aguas de desecho se viertan en el arroyo.
De acuerdo al documento, se tiene contemplado que tanto las aguas pluviales como el agua tratada de la red de drenaje sanitario se conduzcan hacia el arroyo.
El hecho de que estas aguas se viertan al arroyo, además de implicar un grado de contaminación, también mantendría -de forma permanente- inundado el cauce del arroyo que es donde se han localizado elementos fósiles que sería imposible explorar y rescatar, lo cual para los activistas pudiera ser un daño al patrimonio de la nación.
A manera de remediación el manifiesto plantea la posibilidad de colectar ejemplares de las diferentes especies de fauna para reubicar a los individuos, sin embargo hay algunos de ellos como el venado y el lince que requieren de espacios amplios para su desarrollo.